Geovany Soto

MEJOR TEMPORADA Cuando hablo de mejor temporada, hago referencia al clima y no a los precios… Río de Janeiro es una ciudad de clima tropical húmedo, no existe una temporada bien definida de lluvias, pero en general de diciembre a abril se presentan precipitaciones con más frecuencia, mientras que de mayo a noviembre se encuentra en una temporada más seca. En mi experiencia personal, fui en diciembre. La primera semana hasta el 7 de diciembre   fue un tiempo de cielo nuboso y lluvia suave, pero del 8 de diciembre en adelante el mes casi entero fue de clima tropical, caluroso, con un cielo despejado. Aunque diciembre sea un mes extraordinario para visitar Río de Janeiro por el clima favorable, cabe mencionar que es un mes en el que ya es visitado por mucha gente de alrededor del mundo, entonces es recomendable hacer las reservaciones con tiempo y también vale mencionar que los precios pueden subir considerablemente, sobre todo en vacaciones de navidad y por ende habrá más gente, lo c

- ¿Por qué no me quieres Jenny? No soy muy inteligente, pero sé lo que es el amor (diálogo extracto del filme Forrest Gump). Pixabay Images Seguramente muchos hombres y mujeres luego de escuchar esta frase dijeron: esa mi vida, esa es mi realidad, por qué no me quieres si soy tan lindo contigo, quizá yo no soy tan guapo como el chico que te gusta, quizá no soy tan carismático, popular, inteligente o adinerado como él, pero sé lo que es el amor. Y bueno, aunque es comprensible que sientas esa frustración, no creo que esa fantástica escena de la película Forrest Gump, nos conduzca a exigirle a esa persona que nos quiera. Y esto lo digo por varias razones. La primera razón es porque no puedes obligar a alguien que te quiera y ya, todos somos libres de decidir con quién queremos estar y con quién no. La segunda razón es porque no se puede tener en la vida todo lo que quieres, es verdad que hay ciertas metas que sí se pueden cumplir, por ejemplo, graduarte, ahorrar y viajar

¡Qué caótica situación la de tener que lidiar diariamente con un alumno que no para de molestar y agredir a sus compañeros! ¿Cuál es la solución? Se preguntará usted, estimado compañero maestro, pues en esta publicación podrá encontrar algunas respuestas que innegablemente le serán de gran utilidad. Antes que nada demos por sentado que el profesor NO ES EL RESPONSABLE de las conductas violentas de un escolar. Aunque sí es verdad que el quehacer del docente puede influir significativamente en el comportamiento de sus alumnos, no debemos caer en la tendencia obsoleta de simplemente echar la culpa al profesor, por una supuesta falta de preparación y dominio de estrategias para mantener la disciplina en el aula; sin embargo, aunque así fuere, lo ideal sería reconocer el problema de fondo, que claramente no es el profesor. Y con esto no se quiere dar a entender que nosotros, los maestros, no debamos prepararnos continuamente ni aprender de nuestras experiencias, al contrario, es