¿Qué es la felicidad? Y ¿Cómo alcanzarla?
Estoy
seguro de que la mayoría de las personas aspira a ser feliz en todo momento
posible, sin embargo, no todos logran
alcanzar este propósito. Esto se debe, en primer lugar, a una falta de orientación
sobre el proyecto personal por parte de quienes no logran sentirse satisfechos
con sus vidas, o sea, no saben a dónde se dirigen, qué es lo que quieren
alcanzar. Y en segundo lugar, porque sentirnos felices todo el tiempo en este
mundo, es prácticamente imposible. Las adversidades y dificultades, tarde o
temprano llegan y se van, llegan y sea van, y durante su estadía en nuestra
existencia, es muy difícil conseguir esa tan deseada felicidad. No obstante, la
buena noticia, es que sí podemos sentirnos más felices y tranquilos, a pesar de
las situaciones difíciles que nos toque afrontar, si consideramos la
información que será proporcionada a continuación.
Según
la RAE (2014), la FELICIDAD es un estado
de grata satisfacción espiritual y física, o a su vez, la ausencia de
inconvenientes o tropiezos.
Hablemos
del primer concepto “un estado de grata satisfacción
espiritual y física”. Desde esta
perspectiva diríamos: “yo quiero alcanzar ese estado”, e inferiríamos que la
felicidad se refiere a un pequeño momento de placer y satisfacción. Así, muchas
personas podrían asociar este concepto con salir a fiestas, bailar, cantar, beber
alcohol, tener relaciones coitales, disfrutar de programas de chistes o de entretenimiento,
etc., lo cual, no es del todo erróneo, ya que literalmente, estas actividades
nos proporcionan un estado de satisfacción. El problema con esto, es pensar que
esos pequeños momentos son toda la felicidad, cuando sabemos que a largo plazo,
beber demasiado alcohol, fumar, y consumir excesivamente series de
entretenimiento, traerá consecuencias que para nada nos hará sentir felices. De
este modo, otros autores como Mar Romera (2018), concluyen que la felicidad no
es un estado, sino una búsqueda, es decir, que la felicidad no consiste en
pequeños momentos de placer, sino en metas y sueños cumplidos, que implicarían
esfuerzos, sacrificios, renunciar a ciertos pequeños momentos de placer, para
alcanzar una felicidad mayor y más satisfactoria, tales como: la adquisición de un título profesional, un trabajo, un matrimonio exitoso, la compra de un
bien, la aprobación de un curso,
el aprendizaje de un nuevo idioma o habilidad, etc. Bien, hasta ahora tenemos dos
tipos de felicidad, un estado instantáneo de placer, y una meta alcanzada. Si
combinamos proporcionadamente ambos aspectos diríamos que ya tenemos la
felicidad garantizada en nuestras vidas, pero si realmente fuera así, por qué
tantas celebridades famosas, exitosas, adineradas, admiradas y queridas por muchos,
terminan sufriendo de depresión, o incluso, acaban suicidándose... Esto es cuestionable, sobre todo teniendo en cuenta que son personas
que disfrutan, tanto de pequeños instantes de felicidad, como de la satisfacción
por haber cumplido sus sueños. A partir de esta disyuntiva, surge un tercer
tipo de felicidad, la felicidad estable, que
se puede conseguir si somos agradecidos
con la vida que llevamos, ese es el secreto para que nuestra felicidad
perdure, mientras luchamos por conseguir nuestras metas y gozamos de ciertos
instantes de placer. Te das cuenta que eres agradecido, cuando aprendes a ver el lado bueno de las cosas.
No tienes carro, pero al menos tienes pies para caminar; no tienes casa, pero
tienes un techo bajo el cual dormir; no te pagan bien en tu trabajo, pero al
menos tienes trabajo…Y con esto no quiero decir que seas conformista y que te
sientas satisfecho con las pocas cosas que tienes, lucha por ser alguien mejor,
más próspero y productivo, pero mientras caminas hacia tus metas, agradécele a
la vida por todas las bendiciones que has recibido, porque de verdad, son muy
valiosas.
Finalmente,
abordemos el segundo concepto de felicidad, “la
ausencia de inconvenientes o tropiezos”, pero, ¿Es posible tener una vida
sin inconvenientes y tropiezos? Por supuesto que no, sabemos que esta vida es muy
dura e injusta, hay tanta discriminación, delincuencia, leyes políticas perjudiciales,
escasez laboral, restricción a los estudios universitarios, en fin, una abundante
desigualdad económica y sociocultural. Así, podemos inferir que NO, no todo el tiempo
podemos sentirnos felices, pero sí podemos ser resilientes, es decir, podemos
seguir avanzando a pesar de los momentos difíciles. La resiliencia es una capacidad
que todos podemos desarrollar y tiene que ver, con aprender de las malas experiencias, volverse alguien mejor, y seguir
adelante, no rendirse ni quedarse sentado sin hacer nada, porque comprendemos
que somos fuertes, no por lo duro que podamos golpear, sino por cuánto podremos
resistir y seguir avanzando. Es normal llorar, cuando perdemos un
ser querido; sentirnos afligidos, cuando hemos extraviamos dinero o algún otro bien
material, pero estas adversidades NO deben conducirnos a una depresión profunda
que dure por varios meses o años. Es necesario levantarse, volverse alguien más
fuerte, y seguir avanzando, con o sin apoyo, porque cada uno de nosotros tiene
el potencial para ser alguien muy resiliente y la posibilidad de ser feliz.
Algunos
consejos más concretos para ser feliz, son los siguientes: perdona, sé
agradecido, acéptate y valórate a ti mismo, no dependas de una persona para ser
feliz, sé amable y respetuoso con los demás, haz lo que te gusta (siempre y
cuando no perjudiques tu situación económica o social), viaja, diviértete como niño, aprende cosas
nuevas, pasa tiempo de calidad con tu familia y seres queridos, proponte metas
y sueños por cumplir…
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En
conclusión, existen tres tipos de felicidad, los pequeños momentos, los sueños
cumplidos y la felicidad estable. Disfruta de los pequeños momentos, pero hazlo
de vez en cuando, siempre que no vayan a afectar tu salud o tus relaciones sociales,
tendrás que sacrificarlos en menudas ocasiones para cumplir tus sueños, lo cual
también te hará sentir feliz; pero mientras luchas por tus sueños no olvides agradecer
por todas las cosas valiosas que tienes, esto ayudará a que la felicidad permanezca contigo; y cuando vengan los
momentos difíciles, prepárate para afrontarlos de la mejor manera, aprende de
esas malas experiencias, y vuélvete alguien mejor, más sabio, más fuerte, apto
para defenderte y ser feliz en esta vida.
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Entrevista sobre el amor y la Felicidad (Geovany Soto, 2019)
Bibliografía
- Puerta, MP. (2005). Resiliencia. En Carrera 7ª A N° 69-19. (Ed.), El niño sano (pp.98 -109). Bogotá, Colombia: Médica Panamericana.
- Puerta, MP. Resiliencia: La estimulación del niño para enfrentar los desafíos. Buenos Aires: Lumen-Humanitas; 2002.
- Real Academia Española. (2014). Diccionario de la lengua española (23.a ed.). Consultado en https://dle.rae.es/?id=M5ucdgy
- Romera, M. (2018). [AprendemosJuntos]. (31 de enero de 2018). Versión completa: “Las emociones no se aprenden por apuntes, hay que vivirlas”. Mar Romera, maestra. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=_rhH5dQr8S8
- Wolin SJ., y Wolin, S. The resilient self: how survivors of troubled families rise above adversity. New York: Villard Books; 1993.
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