¿Cómo debe estar organizada una sesión de clases?

Cuántas veces nos fatigamos por no poder cumplir nuestros objetivos didácticos en las clases que damos, es momento de ponerle un fin al mencionado problema y optar por una metodología de enseñanza diferente.

Aun siendo que el desarrollo del proceso  de enseñanza-aprendizaje variará en función de las características y necesidades específicas de los discentes de cada comunidad educativa, existen ciertas pautas generales que nos podrían ser de gran utilidad al momento de planificar y ejecutar nuestras clases.

1. Respecto a los tres momentos didácticos (Anticipación, construcción y consolidación).

Este tema quizá ya es conocido pero lamentablemente en varios casos, poco puesto en práctica, por ello es oportuno volver a revisarlos. La anticipación comprende el diagnóstico de los conocimientos ya adquiridos y los preconceptos de los estudiantes para partir de ellos como base para avanzar hacia el próximo aprendizaje, así como incentivar su motivación por aprender el tema elegido partiendo de un problema de la vida cotidiana que sea de su interés personal y social, aquí lo que se sugiere es proporcionar el significado de palabras que se emplearán en la enseñanza, así como proyectar vídeos y realizar escenificaciones que conmuevan a los estudiantes y atraiga su atención hacia los contenidos impartidos, por ejemplo, sería más impactante ver un vídeo de animales muertos y la naturaleza deteriorada en razón de la contaminación ambiental que escuchar al maestro decir: “Si no cuidan la naturaleza, acabarán con nuestro planeta”. La construcción  se refiere a las actividades que deben ser realizadas por los educandos para ir adquiriendo los nuevos conocimientos relacionándolos activamente con situaciones cotidianas y con sus esquemas previos; es recomendable continuamente ir haciendo preguntas para que los niños vayan deduciendo ideas a partir de lo que ya saben, de las conexiones que vayan haciendo y no únicamente “hablar, hablar y hablar”. Finalmente la consolidación hace referencia a actividades para afirmar los conocimientos y para aplicarlos en actividades rutinarias del día a día, preferentemente deben ser de estilo lúdico, social o artístico (diálogo, debate, armazón de estructuras con plastilina, sumas con objetos del entorno, reconocer elementos en el medio) ya que para este lapso de tiempo las personas ya estarán cansadas o con la necesidad de hacer algo diferente a estar sentadas hablando y escuchando a un profesor.

2. Contenido sintético (En resumen)

Ya se ha comentado tanto en los diferentes artículos y publicaciones sobre las utilidades que nos ofrece internet, lo cual nos lleva a inferir que en la actualidad ya no resulta de gran importancia transmitir una cantidad abrumante de datos a nuestros alumnos, cuando la red lo puede hacer de una manera más didáctica y completa que nosotros, los maestros.

A más de la lógica descrita en el párrafo anterior, presentar contenidos de una forma resumida y precisa resulta favorable en muchos aspectos como: Tener más tiempo para brindar una atención individualizada y para reforzar conocimientos de una forma más profunda, también nos da tiempo para atender a las distintas situaciones por lo general imprevistas en el desarrollo de la clase como: Individuos que tengan algún desacuerdo (peleas), que no hayan traído el material escolar, alumnos que tengan malestares de salud, equipos electrónicos que no funcionen correctamente, clima desfavorable para una demostración didáctica en el medio, etc. Otra ventaja de proporcionar un contenido concreto es atender a una de las recomendaciones didácticas más mencionadas para el profesor constructivista: “Concentrarse en pocos conceptos y profundizar en ellos” (Flórez, 2005).

3. El contenido debe ser multimedia y audiovisual (Recursos didácticos)

Diversos estudios dan luces sobre la importancia de considerar los estilos de aprendizaje de cada individuo al momento de impartir la enseñanza; para no tener que repetir la clase tres veces en la que cada una atienda a un estilo de aprendizaje particular es preferible que el material didáctico de por sí sea multimedia y así en una sola enseñanza ya se brinde un servicio eficiente a todos los estudiantes.  Esto sin mencionar las adaptaciones curriculares que deberá realizar cada docente en función de las características particulares de sus alumnos.

4. Prohibido copiar contenido resumido del libro (Elaborado por el profesor).

Aprendemos construyendo información, no copiándola, el objetivo no es llenar los cuadernos de materia mecánicamente sin hallarle significado a lo escrito, sin haber realizado críticas sobre lo que se plasma en cada hoja, se trata de que los niños elaboren sus propios resúmenes, dibujen, comparen sus ideas previas con la nueva realidad construida, no toda la información tiene que ser lineal o secuencial, tampoco es imprescindible que todos los niños completen sus cuadernos de la misma forma, recordemos que cada persona es diferente y cada una aprende de diversas maneras, de acuerdo a su propio vocabulario y esquemas de conocimiento.

Estos criterios proporcionados sólo constituyen unos pocos de los múltiples existentes para abordar la enseñanza de temas de clase, sin embargo es necesario señalar que la didáctica sólo es uno de los elementos a considerar para lograr en nuestros alumnos aprendizajes significativos, ya que entre otros factores tenemos: la situación socioemocional de los estudiantes, su estado físico o fisiológico, su nivel de desarrollo intelectual, etc. Podremos ser lo más didácticos posibles pero si existe algún defecto en las áreas antes mencionadas, lo más probable es que no obtengamos los resultados esperados. Sin embargo de eso se trata la tarea docente de reflexionar e investigar continuamente y así contribuir al desarrollo pleno de las increíbles personas que están bajo nuestra responsabilidad: nuestros alumnos.

 

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Bibliografía:

• Blanco, I. (2016). El universo de la inteligencia. México D.F., México: Limusa. 
• Flórez, R. (2005). Pedagogía del conocimiento. Bogotá, Colombia: McGrawHill-Interamericana. 
• Sevillano, M. (2011). Medios, recursos didácticos y tecnología educativa. Madrid, España: Pearson.