¿Por qué no debes pelear?

En primer lugar, es importante señalar que cuando se escribió el término “pelear”, en esta entrada, se está haciendo referencia específicamente al acto de golpear a un individuo particular y no simplemente al hecho de discutir con el mismo; sin embargo es innegable el hecho de que la mayor parte de las peleas físicas fueron provocadas por una discusión verbal, por lo cual también debemos evitar conflictos de esta naturaleza.

Bien, a continuación se presentará de una manera puntual las causas por las que no debes pelear (físicamente) con alguien, para después pasar a su posterior desarrollo:

1. Pone en riesgo su vida 
2. Corre el riesgo de ser arrestado 
3. Se perjudica su reputación 
4. Se pierde amistades 
5. Se pone en riesgo su salud

1ero. Pone en riesgo su vida

No importa cuán bueno usted sea en karate, box, artes mixtas o cualquier otro deporte que implique la capacidad de defensa personal, aunque salga victorioso en un encuentro conflictivo, hay que tener en cuenta que a muchas personas no les gusta perder y consecuentemente encontrarán la forma de concretar el desquite, ya sea a través del uso de armas o reclutando compinches que se unan a la agresión y lo golpeen sin piedad ni compasión; esta clase de revanchas por su naturaleza, podrían terminar en un asesinato en el cual, tristemente usted puede ser la víctima.

Es lógico que las personas deseemos tener una vida plena y morir de ancianos de una forma tranquila y junto a nuestros seres queridos, pues bien, involucrarnos en una pelea no nos ayudaría a cumplir tal propósito, qué desagradable resulta imaginarnos la idea de morir en una pelea ¿Verdad?

2ndo. Corre el riesgo de ser arrestado

Tener una pelea con alguien, en la que nadie resulte muerto, tal vez no sea un crimen mayor, pero todos sabemos que la cárcel no es un buen lugar para estar, aunque sólo fuera por unos días, empezando por el hecho de que no puede salir de ahí a la hora que quiera, tiene que compartir habitaciones con personas sumamente peligrosas, consecuentemente está expuesto a maltratos físicos y emocionales por cualquier individuo, se le quitan privilegios de alimentación que tenía fuera de prisión, cada minuto se convertiría en una eternidad, etc., en definitiva  nadie puede negar que un sólo día es una cantidad muy valiosa de tiempo en la que podríamos haber realizado algo muy productivo y beneficioso, ya sea para nuestro crecimiento personal, económico o para el beneficio de las personas que nos rodean, y peor aún si contamos con el hecho de que si en esa pelea llegamos a asesinar por “accidente” a la persona que agredimos, el tiempo en ese lugar se extendería drásticamente, que mejor, ni lo imaginemos.

3ero. Se perjudica su reputación

Debido a la mala imagen que se genera en una persona cuando está implicada en un conflicto, los demás individuos tienden a alejarse y mantenerse alejados de tales personas para evitar situaciones similares, y así, se pierden posibilidades de trabajo, de aceptación en grupos sociales, de llegar a ocupar puestos políticos de cualquier rango, etc.

4to. Se pierde amistades

Por la deficiente gestión de emociones, pueden llegar a darse momentos conflictivos incluso en personas que han de considerarse “amigos”, ya sea por un elevado nivel de alcohol adquirido, un desacuerdo político o ideológico, una situación imprevista, etc., sabemos que esto ha pasado, pero no vale la pena, exponernos a pelear con algún ser querido sólo por algo que ocurrió de repente, muchos seres humanos han llegado a pelear y reconciliarse, pero desafortunadamente, esto no ocurre en todos los casos y en ocasiones un pequeño conflicto, resulta acabando con una valiosa amistad, en forma definitiva.

5to. Se pone en riesgo su salud

Ya sea un hueso roto o dislocado, un desgarre muscular, una cara desfigurada, una lesión ocular, un órgano o tejido sensorial perdido, un corte de piel profundo, o más grave aún, una lesión cerebral; somos conscientes de los malos momentos y de las terribles consecuencias que nos traen estas dramáticas situaciones, mejor evitémoslas a toda costa.

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A criterio personal, considero que el factor nuclear de cada encuentro conflictivo es el orgullo, ese antivalor que nos mueve a enojarnos cuando alguien dice nos algo que no nos gusta, nos ignora, está en contra de nuestros principios y creencias o hace algo que podría afectar nuestra imagen, ego, o la de algún ser cercano. Lo ideal sería que no nos importe lo que digan o piensen los demás de nosotros, no esperemos que alguien nos diga que somos lo suficientemente buenos en algo para creerlo, sigamos adelante en nuestra vida haciendo lo que nos gusta hacer, mostrando respeto hacia nuestros semejantes, siendo cordiales y amables con los demás, perdonando cada error u ofensa que alguien ejerza sobre nosotros, arreglemos los desacuerdos a través de un diálogo personal y respetuoso, si hay alguien que no entiende sobre esas cosas simplemente aléjese de él o ella y usted ya verá que jamás estará inmerso/a en una pelea que pueda traer múltiples consecuencias negativas en su vida.


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