¿Cómo ayudar a nuestros alumnos en Matemática?

Cuando enseñamos  Matemática, nos encontramos con una diversidad de dilemas, a los cuales es preciso atender de acuerdo a la naturaleza que conllevan. Desde un enfoque general se nos ha dicho que debemos fijar nuestra mirada hacia el origen del error y no solamente hacia el resultado, por ejemplo, si un estudiante opera una multiplicación de dos cifras o más de manera errónea, deberemos encontrar cuál es el conflicto específico; si el niño olvidó de llevar los números, si falló en las tablas de multiplicar, si se equivocó en la suma… Y a partir de la información obtenida se deberá efectuar el debido refuerzo.

Para ello, se debe tener en cuenta las siete categorías matemáticas propuestas por el Consejo Nacional de Profesores de Matemática (National Council of Teachers of Mathematics - NCTM): -Potencia Matemática  –Resolución de problemas –Comunicación –Razonamiento –Conceptos matemáticos –Procedimientos matemáticos, y  -Actitud Matemática.

Puede suceder que un discente tenga dificultades específicamente en la potencia matemática, sus habilidades de cálculo o su capacidad de contar, enumerar, ordenar y realizar operaciones matemáticas con precisión; o sino en la resolución de problemas,  que es un concepto más amplio que involucra razonar, ejecutar operaciones matemáticas, comprender ciertos conceptos matemáticos y practicar actitudes matemáticas adecuadas; en este contexto, los sujetos se ven envueltos en una situación desconocida que requiere de una solución, misma que se encontrará a partir de las  habilidades y conocimientos matemáticos previamente adquiridos; cuando los estudiantes tienen inconvenientes en este aspecto, lo ideal sería diagnosticar cuál es la falencia en la que comúnmente cae el individuo,  para posteriormente llevar a cabo los refuerzos necesarios. Comunicación- Saber hacerse entender y saber comprender todos los enunciados matemáticos que sean objeto de estudio en las clases de matemática. Razonamiento- útil para realizar distintas operaciones matemáticas, inferir las razones por las cuales se debe ejecutar un proceso o no, saber qué clase de cálculo se debe realizar, cuál es el algoritmo correspondiente, entre otros; no necesariamente implica dar respuesta a un evento que pueda darse en la vida cotidiana, como es el caso de la resolución de problemas. Los conceptos matemáticos constituyen la base para implementar la diversidad de mecanismos matemáticos y solucionar problemas a los que nos tengamos que enfrentar, de una manera racional y fundamentada; en otras palabras -sin teoría o conceptos matemáticos, no habrá un aprendizaje significativo- por citar un ejemplo sencillo, para saber cómo repartir equitativamente una cantidad de dinero, primero deberé haber comprendido el concepto de división, elemento clave para resolver dicha situación. Los procedimientos matemáticos hacen referencia a los algoritmos (conjunto y orden de los pasos) indicados para llevar a cabo una sucesión matemática particular, por ejemplo, los pasos para resolver una multiplicación: saber que se deben llevar los números que sobren, ubicar el producto de la multiplicación de la siguiente cifra debajo de la segunda cifra del producto anterior, luego sumar, etc. Nuestros alumnos también deben demostrar actitudes matemáticas adecuadas en cada caso en que se encuentren, ser cooperadores, perseverantes, tener una actitud abierta, buena disposición, respeto, creatividad, entre otros; si los niños fallan en este aspecto, se verán inmersos en diversas dificultades sin importar cuán competentes sean en los otros ámbitos.

En conclusión, es importante que diagnostiquemos específicamente en qué área están decayendo nuestros alumnos y en correspondencia a los resultados obtenidos, realizar los ajustes necesarios para reforzar los aprendizajes y modificar la enseñanza con precisión y efectividad. Algo más que quisiera aportar es que siempre instemos a nuestros alumnos de usar estrategias de aprendizaje y sobre todo de solucionar distintos problemas de la vida cotidiana, para que hallen el sentido a aprender matemáticas, que creemos una atmósfera de aprendizaje libre y ecológica, es decir, que cada persona sienta que está aprendiendo en la escuela de la vida, pero en el interior de un salón de clases y con un facilitador del desarrollo de sus conocimientos y habilidades... Sí, ese es el maestro.☺

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Bibliografía:

• Arancibia, V., Herrera, P. y Strasser, K. (1999). Psicología de la Educación. México D.F., México: Alfaomega.
• Castillo, S. y Cabrerizo, J. (2009). Evaluación educativa de aprendizajes y competencias. Madrid, España: Pearson.