¿Cómo tomar buenas decisiones?

En nuestra vida diaria tomamos diferentes decisiones a cada instante, escuchar cierta canción, asear la casa, leer cierto libro, estudiar un idioma, hacer ejercicio, entre otras. Sin embargo, en este escrito, haré referencia únicamente a aquellas decisiones que podrían determinar el rumbo de toda tu vida, tales como: el emprendimiento de un negocio, la elección de una carrera universitaria, una casa a comprar, un crédito a realizar, un país al cual emigrar para trabajar, etc.

Ninguno de nosotros quisiera tomar una decisión que lleve a arrepentirnos. Nadie quisiera emprender un negocio y luego lamentarse porque éste se haya ido a la quiebra, nadie quisiera llevar una vida monótona, aburrida y estresada por haber elegido mal su profesión, o haber optado por un trabajo exhaustivo y horarios rígidos,  que no les dé tiempo para disfrutar con su familia u otros seres queridos.

Cada decisión involucra diferentes aspectos a considerar, por lo que cada una deberá ser abordada de acuerdo a su naturaleza; esta entrada se dividirá en dos partes y en diferentes secciones, para que leas únicamente aquello que es de tu interés. Sin embargo, para que cuentes con más información y tengas más seguridad de que tu decisión será la mejor, te recomiendo leer todo el artículo. A continuación, la tabla de contenido.

Cuestiones generales (consejos para todos)
	Orientarnos ampliamente
	Preguntarte si tal decisión, encaja con las cosas que te hacen feliz
	Preguntarte si tal decisión, encaja con tus talentos y habilidades
	Preguntarte si tal decisión, encaja con tu personalidad, carácter y temperamento (actitudes)
Cuestiones específicas
	Emprendimiento de un negocio
	Elección de una carrera universitaria
	Compra de un bien material
	Emigración a un país

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Cuestiones generales

Orientarnos ampliamente

Antes de tomar una decisión importante, hay que investigar, realizar entrevistas, aplicar encuestas, buscar información en internet, pedir asesoría a personas expertas y sobre todo, confiables. Sé que esto puede tomar mucho tiempo e incluso algo de dinero, pero ten en cuenta que de esta decisión depende tu futuro estilo de vida ¿Prefieres investigar y tener más seguridad con respecto a tu decisión, aunque esto signifique más tiempo, esfuerzo y trabajo? ¿O prefieres tomar una decisión rápida, pero que posiblemente lleve a arrepentirte durante toda tu vida? Sea cual sea el caso, investiga. Si bien hay personas exitosas que han manifestado no pensar mucho antes de tomar sus decisiones, es imprescindible que al menos cuentes con algo de información, para que sepas a qué tendrás que afrontarte en el futuro. 

Preguntarte si tal decisión, encaja con las cosas que te hacen feliz

Cada ser humano cuenta con características distintas, ya sea hablando de: personalidad, gustos, pasatiempos, motivaciones, habilidades vocacionales, capacidades intelectuales, talento artístico, entre otros.  Antes de tomar cualquier decisión es importante que analices si ésta coincide con las cosas que te hacen feliz. Por ejemplo. Si te gusta leer bastante, tienes un alto rendimiento en ciencias sociales, detestas la injusticia, eres bueno defendiendo a las personas, tienes una alta capacidad expresándote oralmente y por escrito, y memorizas párrafos extensos con facilidad, probablemente la carrera más apropiada para ti, sea la Abogacía. Sin embargo, éste es un ejemplo sencillo, nada más para que entiendas la idea, porque para tomar la decisión en sí, se tendría que llevar a cabo una orientación más amplia y verificar que en verdad, se posean tales características.

Preguntarte si tal decisión, encaja con tus talentos y habilidades

Como se puede ver, en el parágrafo anterior, no sólo se señalan gustos, sino también habilidades, destrezas y talentos. Alguien podría decir: “Me gusta mucho cantar”, pero si no tiene un buen timbre de voz, su rango vocal no es muy alto,  en su ciudad no se apoya el talento musical, o no se cuenta con productoras musicales locales que impulsen su carrera artística, seguramente no llegará muy lejos, incluso cuando diariamente reciba clases de canto y se esfuerce practicando diferentes ejercicios de respiración y afinación. Es indudable, que no sólo se trata de hacer lo que te gusta, sino aquello en lo que también eres capaz.  Muchas personas eligen hacer aquello que disfrutan hacer, pero lamentablemente a veces no encuentran trabajo, o por la excesiva competencia, los ingresos son mínimos, esto los conduce a endeudarse y alcanzar una pobreza económica tal,  que nos les permite brindar a sus hijos o familia, una vida más segura, digna y placentera.  Tranquilo/a, las personas no contamos con un sólo talento, todos tenemos múltiples gustos y diversas habilidades, debemos encontrar la que más posibilidades de éxito y gratificación nos ofrezca, y desarrollarla al máximo.

Preguntarte si tal decisión, encaja con tu personalidad, carácter y temperamento (actitudes)

Otro individuo podría decir: “Me encanta enseñar”, pero si no tiene paciencia, difícilmente podrá ser feliz, enseñando; puesto que por lo general, ser maestro implica estar al frente de más de treinta personas, de los cuales, gran parte, no tiene el ánimo de aprender, sino de molestar, jugar, comportarse rebelde o realizar otras actividades no relacionadas a lo académico.

No obstante, es importante señalar que estos consejos son otorgados únicamente con el ánimo de informar, de ahí, cada quién es libre de tomar decisiones de acuerdo a su “Filosofía de Vida”. Hay personas a las cuales simplemente no les importa ser pobres (económicamente), pueden sentirse tranquilas sin tener mucho dinero, ni una casa propia o un vehículo automotor, tampoco les preocuparía  no contar con un seguro de vida, mientras puedan vivir haciendo lo que les gusta.

¡Muy bien! Pasemos a ver aspectos más prácticos y concretos.

Cuestiones específicas

Emprendimiento de un negocio

Para emprender un negocio, tienes que considerar cuatro aspectos en general: local a arrendar, capacidad para las actividades del negocio, capital de inversión y ganancia, y competencia. Elegir el local a arrendar, dependerá de tus intereses, si quieres evitar  competencia podrías arrendarlo en un barrio o zona no central (barrio Sur, barrio Norte, comunidades…), aunque sí es cierto que la gente no pasará por ahí de manera tan seguida como en el barrio centro. Si lo que quieres es un sector estratégico, por el cual pasará una gran cantidad de posibles clientes, deberás esforzarte por ser el mejor, alguien innovador, con ofertas y servicios que no se encontrarán en otros negocios afines; porque de seguro, en esa zona, también habrá mucha competencia. Algo que también debes considerar antes de realizar un contrato de arrendamiento de local comercial, es investigar sobre la historia y legalidad del mismo. Por ejemplo, podrías preguntarle al antiguo arrendatario, por qué motivo dejó de arrendar ese local, ¿Actitudes negativas del arrendador? ¿Precios elevados? ¿Malas condiciones del local? ¿Incumplimiento con el contrato?.. Investiga sobre la legalidad del local, acércate al registro de propiedad de tu ciudad y comprueba que de verdad le pertenezca solamente a la persona que te ofrece su servicio y no a terceros, lo cual podría traer complicaciones con el contrato. Y por último aconsejaría una revisión técnica del local, para ver si las instalaciones de energía eléctrica, agua potable, espacio disponible, ambiente externo, hace posible el ejercicio de las actividades del negocio. Asimismo, debes analizar si realmente eres apto o estás capacitado para las actividades de ese negocio, por ejemplo, si quieres ponerte un restaurante, preguntarte si realmente cocinas bien, ofreces variedad y riqueza en tus platillos, ya has tenido algún tipo de experiencia, etc. Todos sabemos que siempre se empieza desde cero, poco a poco se va ascendiendo en experiencia, conocimiento y habilidades. Sin embargo, antes de ponerte un negocio yo te recomendaría que seas empleado de alguien que ya tenga ese tipo de negocio que quieres emprender (sin revelar a nadie tus futuros planes), y que en ese empleo aprendas todo lo necesario para luego ser gerente de tu propia empresa. Ahí, pregunta, analiza los pros y los contras, aprende cómo realizar las actividades del negocio eficientemente, para que luego puedas iniciar tu negocio, con experiencia y conocimiento previo, de por medio. También es importante realizar cálculos sobre cuánto vas a invertir y cuánto podrías ganar. Para esto podrías salir de tu ciudad y realizar encuestas a personas que ya hayan establecido ese negocio por años, a menos que quieras atreverte y pedir información a quienes les harás la competencia. En lugar de endeudarte con un crédito bancario para la inversión inicial, te aconsejaría pedir capital a seres queridos de confianza, que no te vayan a presionar exageradamente y no te incrementen tantos intereses como lo haría un banco o cooperativa; pero lo ideal sería, que mientras obtienes capital como empleado, vayas ahorrando, para que sea tu propio dinero el que te permita emprender el nuevo negocio. Finalmente, con relación a la competencia, te aconsejaría promocionar aún más tus servicios, hacer uso de volantes publicitarios, y entregarlos en escuelas, institutos, a profesionales, padres de familia, y a todos los posibles clientes. También podrías hacer publicidad en redes sociales, y sobre todo, ser el mejor en ofertas, calidad de servicio y amabilidad con los clientes.

Elección de una carrera universitaria

Haz una lista de todas las cosas que te gusta hacer (cantar, bailar, cuidar animales, jugar con la familia), otra lista con todas las habilidades y ventajas que tienes (leer, memorizar grandes cúmulos de texto, cálculo y razonamiento matemático, dibujar, alto rango vocal), y otra con tus actitudes positivas (paciente, perseverante, honesto, amable, sociable, empático). Luego  analiza, cuál es el trabajo que encaja con todas  o la mayoría de preferencias y cualidades, y tendrás una respuesta. También deberías consultar con un orientador vocacional, y reflexionar sobre si la carrera que tienes en mente elegir, no ha sido influida por algún familiar o ser querido. En muchas ocasiones desde niños, nuestros padres nos motivan e inducen hacia ciertas carreras, que aunque sean buenas y prestigiosas, a veces no suelen encajar con nuestras habilidades y actitudes. Algo que también deberías tomar en cuenta es la viabilidad de la profesión en tu ciudad, respondiendo a preguntas como ¿Habrá trabajo para mí, con esa profesión? ¿Ganaré capital suficiente para poder pagar mis deudas y mantener a mi familia? ¿Necesitan en mi ciudad de mis servicios? ¿Hay mucha o poca competencia?.. Y finalmente te aconsejaría, consultar con los mismos profesionales que ejerzan esa carrera que quieres elegir. Por ejemplo, si quieres estudiar una carrera para ser profesor de primaria, deberías acercarte a un profesor de primaria y hacerle una entrevista o aplicarle una encuesta, en la que te mencione aspectos como el salario, el horario de trabajo, el ambiente laboral, todas las dificultades que tendrás que afrontar, así como los beneficios. Recuerda que debes tener una actitud de apertura, escucha, diálogo y respeto; pero eso sí, estos profesionales deben ser de confianza, personas que no te vayan a desanimar únicamente por temor a que te conviertas en una competencia. Para una mayor objetividad, sería recomendable que encuestes a profesionales de otras ciudades.

Gustos Me gusta:	Talentos-Habilidades Soy bueno:	Actitudes Por lo general, soy:
Cantar	Calculando cifras numéricas	Paciente
Dibujar	Resolviendo problemas matemáticos	Perseverante
Correr	Hablando en público	Honesto
Bailar	Memorizando textos	Respetuoso
Leer	Curando heridas	Empático
Pasar tiempo con mi familia	Cantando	Sociable

Ejemplo sencillo del listado de gustos, habilidades y actitudes presentes, para tomar decisiones.

Compra de un bien material

Ya sea un refrigerador, una lavadora, una moto, un carro, un terreno o una casa, es muy importante reflexionar bien, antes de efectuar la compra de alguno de estos bienes materiales. Existen algunas preguntas que tienes que responder como: ¿Va a significar una gran cantidad de gastos para mí? ¿Energía eléctrica, agua potable, gasolina, dinero en efectivo? ¿Cuánto en total? ¿Tengo dinero para darle mantenimiento y estabilidad a este bien? ¿Me generará algún tipo de ingresos? ¿O sólo significará un montón de gastos para mí? ¿De verdad lo necesito para mi trabajo? ¿O sólo es un accesorio que quiero comprar por simple vanidad? ¿Puedo reemplazar el bien a comprar por otro más económico y útil? Por ejemplo, hay ciudades pequeñas donde las personas, bien podrían trasladarse de un lugar a otro caminando o en bicicleta, pero prefieren realizar gigantescos créditos para comprarse un automóvil, cuando sus posibilidades económicas no les permiten pagar el crédito con tranquilidad y todos los gastos que este vehículo conlleva, como la gasolina, diésel, agua, llantas, repuestos…  Y recuerda que para todo hay solución ¿Es muy lejos? Sal de casa antes que los demás ¿Y si llueve? Usa ropa impermeable o una sombrilla  ¿Se te perdió la sombrilla? Pide un taxi. Lo mismo sucede con casos como la compra de un terreno, una casa o un electrodoméstico.

Emigración a un país

Antes de emigrar, deberías considerar si realmente es un país en el que te vas a sentir seguro, donde sí vas a encontrar trabajo, también si tienes experiencia en los trabajos que estén disponibles en ese país, si te adaptarás fácilmente al nuevo idioma (considerando cómo te ha ido con las clases de inglés), si no eres una persona emocionalmente dependiente de otros (debido a que tu familia y otros seres queridos estarán lejos), que los ingresos que obtengas serán mayores que los que ganas en tu país, etc. La experiencia de emigrar para trabajar sería más segura y estable, si cuentas con un familiar en ese país que previamente te brinde información sobre el estado económico y laboral del sector, y que te pueda acompañar y proporcionar una guía fiable, mientras transites en esa ciudad.

Bibliografía

• Blanco, I. (2016). El universo de la inteligencia (Tercera edición). México D.F., México: Limusa.

• Coon y Mitterer. (2010). Introducción a la Psicología “El acceso a la mente y la conducta” (Duodécima edición). México: Cengage Learning.