¿Es necesario estudiar en la universidad en la actualidad?

Últimamente se ha vuelto controversial la discusión entre si es mejor seguir cursando los estudios universitarios o emprender un negocio propio, surgiendo la gran pregunta:

¿Es realmente necesaria la universidad?

Sin embargo, dejando de lado opiniones personales sin fundamentos sólidos y realmente validados, analicemos esta situación tan crítica, pues la decisión que tomemos será determinante en el futuro de nuestras vidas.

¿Cuáles son las ventajas de estudiar en una universidad?

En primer lugar, es importante destacar que la universidad no está diseñada específicamente para crear empleados, como algunos lo postulan, pues con el conocimiento adquirido en el curso por ella, se puede emprender con tranquilidad y establecer un negocio en el cual se haga uso de tales conocimientos y así brindar unos servicios particulares a la comunidad, sin el requerimiento de trabajar para alguien en concreto; esto, sin mencionar que hay carreras que están destinadas deliberadamente a crear líderes y empresarios, para muestra de un botón, tenemos el programa académico: Administración de Empresas; pero suponiendo que optemos por ser empleados, aun así, la situación no es perjudicial, a menos que laboremos en un oficio que no nos guste o que el salario sea excesivamente bajo de acuerdo a nuestras necesidades; pero la realidad es que somos nosotros quienes elegimos nuestras carreras ¿o no? Además, antes de hacerlo, nos es permitido investigar y orientarnos sobre los salarios promedio y el tipo de conocimientos y prácticas que conllevan cada oficio profesional, pero volviendo al punto… Qué tal si ejercemos aquella profesión con la que tanto soñamos desde que éramos niños o adolescentes, acaso no disfrutaríamos y le hallaríamos sentido pleno a nuestra existencia, haciendo realidad nuestra vocación, en este planeta se requiere de profesionales y no solamente de empresarios millonarios; acaso no son necesarios los médicos, profesores, ingenieros, psicólogos, para la mejora en la calidad de vida de nuestros semejantes, acaso estos profesionales no tuvieron que pasar por instituciones académicas como escuelas, colegios y universidades para llegar a donde están; con esto no quiero dar a entender que sólo por medio de la universidad se puede llegar a ser alguien competente y preparado, pero qué mejor que prepararse en medio de una comunidad que tiene los mismos intereses, que nos permite aprender a través de la práctica y experimentación previa al trabajo y que sea una organización educativa reconocida la que certifique nuestros conocimientos; además si usted emprende, en este caso, una profesión, la privatización de su negocio sólo daría acceso a sus servicios a aquellos que se encuentran en unas condiciones económicas favorables, pero qué hay de las personas de escasos recursos financieros ¿Acaso usted le proporcionaría un servicio gratis a alguien sólo por ser pobre? Desde un punto de vista global y no sólo personal, para dar atención a toda una comunidad o nación, sin ninguna clase de excepción ni discriminación, se requiere de entidades públicas en las que el gobierno sea el organismo encargado de remunerar a los profesionales que trabajen en ella, y sí, ellos son empleados, pero son los héroes de cada sociedad.

¿Cuáles son las desventajas de estudiar en una universidad?

La poca inversión financiera que ejerce el gobierno en educación, concretamente hablando en los países latinoamericanos, provoca que no haya acceso a una formación de nivel superior, por lo cual un requisito indispensable es: tener capital económico, ya sea para salir a estudiar en una institución de otra ciudad, lo cual implica cubrir los gastos de manutención, o para los materiales y maestros, en el caso de cursar en una universidad privada. Otra desventaja sería el hecho de tener que lidiar con un sistema educativo que no se ajusta a nuestras necesidades e intereses particulares, ya sea por ineficiencias en el macro, meso o micro-currículo.

¿Cuáles son las ventajas que nos ofrece emprender sin estudiar en una universidad?

Solamente si se llega a un alto grado de captación de clientes, una ventaja sería que el sujeto emprendedor puede contratar empleados, instruirles y guiarles, para luego dejarles a cargo el negocio,  así se podría salir del trabajo y dar más tiempo a la familia y actividades de ocio o placenteras para sí mismo; pero para esto sin duda alguna se requerirá de una cantidad considerable de tiempo y preparación. Otro beneficio es que gracias a la accesibilidad a vídeos y cursos online, podemos capacitarnos a través de internet, en algunos casos de forma gratuita, conforme a nuestro tiempo disponible y sin la necesidad de salir de casa. De la misma manera, somos nosotros quienes establecemos las reglas o principios a seguirse, evitando tener que sujetarse a las creencias o a  la cultura de una institución en la que se trabaje y con la cual se puede no estar de acuerdo en el interior.

¿Cuáles son las desventajas que nos ofrece emprender sin estudiar en una universidad?

Ser emprendedor, no significa únicamente, abandonar la idea de estudiar para crear y desarrollar un propio negocio, si se quiere tener éxito en un emprendimiento se precisa de mucha preparación, a veces se usan ejemplos como Mark Zuckerberg y Bill Gates de empresarios triunfantes que no terminaron sus universidades, pero si indagamos en sus respectivas biografías, podemos descubrir que su éxito, en gran parte, se debe a sus conocimientos y preparación constante, en otras palabras, si usted quiere llegar lejos como emprendedor, tiene que estudiar, investigar, prepararse, actualizarse continuamente; aun fuera de la universidad, pues habitamos en un mundo muy complejo y dinámico; esto sin nombrar que la competencia ataca con ferocidad, recuerde que usted no es el único que emprende, por lo cual siempre deberá buscar las mejores estrategias para que sus productos o servicios resulten más atractivos y satisfactorios para los clientes, que los de los competidores.

Otro aspecto a considerar es que la rentabilidad de nuestro negocio es susceptible de decaer ya sea por condiciones externas o internas, hay que saber anticiparse a ello y elegir las alternativas de solución pertinentes; las épocas de crisis o temporadas bajas provocarán inestabilidad no sólo en el ámbito económico, sino probablemente en todos los campos de la vida.

Es innegable el hecho de que el éxito de su empresa dependerá de otras personas, pues son ellas quienes trabajarán para usted y darán rentabilidad a su fuente de ingresos, así, es preciso capacitarse para aprender a ser buenos líderes e influir positivamente en sus empleados para tener una visión común que los conduzca a laborar de forma efectiva, creativa y eficaz.

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Y ahora, trascendiendo un poco al campo filosófico, sería bueno preguntarnos, en qué se fundamenta el sentido de nuestras vidas:

¿En enriquecernos económicamente y beneficiarnos como producto del trabajo y esfuerzo de los demás?,

o de...

¿Hacer el bien a los demás?

No me puedo imaginar la alegría que debe sentir  un médico cada vez que ve a sus clientes sanos luego de proporcionales un tratamiento adecuado; o la de un profesor cada vez que nota un progreso en el aprendizaje de sus alumnos; tampoco puedo concebir la satisfacción de un arquitecto al contemplar en su plano una auténtica obra de arte…

Prepararse para tener una profesión no se trata simplemente de cumplir horarios y hacer algo para que luego nos paguen, va más allá de eso, es hacer de este lugar un mundo mejor para habitar, es aportar conocimientos útiles y dar felicidad a los demás, es contribuir a solucionar los problemas de la sociedad que nos rodea, es hacer lo que nos apasiona y en muchos casos lograr aquella profesión con lo que soñamos desde que éramos niños. Con esta visión para nada quiero desprestigiar a la ideología del “no estudies en la universidad, mejor emprende”, claro que pueden surgir productos y servicios beneficiosos de personas emprendedoras, pero ello no descarta la necesidad de prepararse para ser alguien mejor en esta vida.

En conclusión, no es mejor emprender, ni tampoco es mejor cursar la universidad, con ambas opciones se puede llegar al éxito, por lo tanto, usted elija la que estime como la más oportuna de acuerdo a sus intereses y necesidades, eso sí, siempre respetando las decisiones que tomen los demás, pues si lo hacen con esmero, perseverancia, honestidad y libertad, de una u otra forma, alcanzarán todas sus metas y sueños propuestos.


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