¿Se debe estudiar para ser un profesor?
“Entre las dificultades se esconde la oportunidad”. Albert Einstein
En variadas ocasiones se observa el poco reconocimiento que
se realiza a la labor educativa de los
maestros, con un mayor énfasis en los de Educación Básica, esto es
generalmente, porque se considera que los conocimientos y las habilidades que
se tienen que alcanzar para ser un profesor son fáciles y que por lo tanto
no se requiere de un estudio exhaustivo de ciencias específicas, y que además,
el trabajo de un maestro de la escuela básica es sencillo, pues sólo se tiene
que enseñar a un grupo de niños a leer y escribir, supuestamente.
Sin embargo la ciencia y la realidad en sí, desmienten estas
creencias tan inciertas y nos muestran que el trabajo que realiza un maestro, y
sobre todo de primaria, es realmente difícil y debe ser mayormente reconocido.
A continuación se presenta de manera sintética las ciencias
que debe estudiar una persona para ser un maestro competente, y no sólo durante
su ciclo como estudiantes, sino durante todo el transcurso de su vida
profesional; posteriormente, se pasará a una explicación individual de la
funcionalidad de cada ciencia.
Necesitamos en primer lugar a la Pedagogía, considerada según Flores (2005) la reina de las ciencias de la Educación, ya que su propósito es la
formación humana, es decir el crecimiento de la persona en todos los ámbitos de
la evolución existentes (la universalidad, la autonomía, la inteligencia y la
diversidad integrada) en otras palabras,
se encarga de guiar a los maestros para que contribuyan al alcance del
desarrollo pleno de los individuos, como seres humanos. Asimismo aporta diferentes teorías que
orientan a los maestros sobre las diferentes finalidades, métodos, contenidos y
procesos de desarrollo que resultan importantes, según cada perspectiva, para
que todo individuo educado, se convierta cada día en la mejor versión de sí
mismo.
Luego tenemos a la Psicología
(y sus diversas ramas) que, en síntesis,
tiene como meta, comprender, predecir y
controlar la conducta de los seres humanos, pero sin un propósito especial de
formación, sino de simplemente comprender su pensamiento y conducta, de
entender teórica y prácticamente cómo es
que una persona aprende, memoriza, percibe, procesa información, se motiva,
actúa, sueña, etc., para poder resolver problemas puntuales, respecto a su
forma de pensar y de actuar. Como sustento de esta disciplina, existen
múltiples experimentos elaborados con seres humanos aplicando el método
científico, cuyos resultados respaldan la efectividad de la ciencia y su
relevancia para ayudar a las personas, en este caso, a nuestros alumnos, que son los seres que piensan y actúan en los
salones de clase. En el ámbito educativo requerimos saber, por qué un niño
tiene una personalidad hostil y agresiva, por qué se produce la irritabilidad,
cómo pueden los niños gestionar sus emociones, cómo alentar a las personas
tímidas a ser más sociables y amigables, cómo puede un niño organizar la
información para aprender mejor, en qué etapa una persona es apta para realizar
determinadas actividades mentales y físicas, etc., y es la Psicología la
ciencia que en estos casos nos serviría muchísimo.
Necesitamos de la Didáctica
general, para orientarnos acerca de
cómo es que una persona puede generar un mayor conocimiento y cómo fomentar en
ella aptitudes como la creatividad y el pensamiento crítico, así como la
vivencia de valores morales, saber cómo
proceder para motivar a los discentes hacia determinados temas de estudio. El
propósito de la enseñanza, no es que un experto en ciencias, ya sea un
arquitecto, ingeniero o doctor, se luzca realizando exposiciones magistrales, mostrando
lo mucho que sabe, si de verdad esa fuera la situación, ahí sí fuera cierto lo
que dicen, cualquiera puede ser profesor; insisto, no se trata sólo de enseñar
sino sobre todo, de que nuestros alumnos
a aprendan, de que sientan entusiasmo por aprender un determinado tema, el deber de un docente consiste en crear
situaciones que de verdad hagan que un contenido sea atractivo y aprendido de
forma significativa para estimular a los estudiantes a seguir investigando y
aprendiendo más y más. Esto se dificulta más aún, cuando tenemos en cuenta que
cada niño es un mundo diferente, que cada ser tiene necesidades e metas diversas,
y que en la práctica educativa debemos procurar, en la medida que nos sea
posible, satisfacerlas en su totalidad. El maestro tiene la difícil tarea de pensar y repensar cómo
puede relacionar los contenidos científicos con la lógica y los intereses de
los estudiantes, en qué situaciones de la vida cotidiana se requerirán tales
conocimientos, cómo guiarlos para que se mantengan motivados, plantear un caso
de resolución de problemas que no resulte ni muy fácil, ni muy complejo de
desarrollar, etc.
"Una cosa es lo que el profesor enseña, y otra muy diferente,
lo que el alumno aprende".
Didácticas
de las ciencias particulares–
Es preciso estar formados en estrategias y métodos de enseñanza específicas de
cada ciencia, para guiar a los niños en el aprendizaje, tanto en intervenciones
de diagnóstico, atención y evaluación. Así, de una manera general la Didáctica
de las Ciencias Naturales nos sugiere que para una prueba inicial los niños
hagan uso del dibujo; la Didáctica de la Matemática, nos propicia
recomendaciones para resolver problemas y estrategias para representar mejor una
situación matemática; la Didáctica del Medio Natural y Social nos plantea que
el propósito es fomentar el civismo, el pensamiento autónomo, crítico y
creativo, así como el respeto a la diversidad, por lo tanto se deben emplear
actividades como debates, estudios de caso, resolución de problemas, etc.; la
Didáctica de la Lengua y Literatura nos propone que nos basemos en un enfoque
comunicativo y que “a hablar se aprende
hablando”, por lo tanto no debemos regirnos únicamente por la enseñanza
estricta del uso de reglas, sino crear situaciones comunicativas motivadoras
que alienten, potencien, activen y muestren a los individuos la necesidad de
formarse para convertirse en hablantes competentes y capaces de interactuar con
los seres que le rodean, comunicando efectivamente sus ideas y entendiendo lo
que los demás le transmiten.
Estructuras
básicas de las Ciencias aunque parezca
sencillo, también es indispensable que
un maestro revise y reestudie temas de Lengua y Literatura, Ciencias Naturales,
Matemáticas y Ciencias Sociales
(Geografía, Historia, Educación Cívica), pues como ya lo han dicho: No
es suficiente con conocer un contenido para enseñar con autoridad, se requiere
dominarlo. Un maestro no es como un profesional especialista, tiene que saber, de todo un poco, así un doctor en
medicina podrá saber mucho de ciencias naturales, pero le hace falta mejorar su
caligrafía; un arquitecto podrá saber mucho de Matemática y de Física, pero le
ha de faltar conocer más sobre Estudios Sociales, o Lengua y Literatura o
Ciencias Naturales; un maestro de primaria debe saber de todas estas ciencias
para brindar un panorama amplio a cada niño de las características y
particularidades de cada materia escolar. Con esto, no se trata de
desprestigiar a las otras profesiones, sino de mostrar que la profesión de
educador, es tan importante como las demás y requiere de conocimientos y
habilidades únicas para las cuales debe prepararse.
La Filosofía de la
Educación es imprescindible para contribuir a que los maestros hallen el
sentido y el fundamento a su práctica profesional, reconociendo que la
educación debe basarse en la libertad del ser humano, en la promoción del
respeto y no únicamente en el ejercicio del poder que nos otorga la autoridad;
además nos muestra que cada ser humano puede llegar a ser lo que proyecta de sí
mismo, así como que la educación es un derecho universal, que debe realizarse
con amor y crear y/o cultivar en los niños la conciencia crítica, nos enseña
que la labor educativa no se debe reducir al adoctrinamiento, y que uno de los
fines primordiales es la creación de seres de bien. No se trata simplemente de
enseñar contenidos científicos, sino de formar a la persona en valores morales,
para que respeten a su entorno ambiental y social, para que sean responsables,
solidarios, cooperadores, valientes, perseverantes, para que utilicen sus
conocimientos y habilidades adquiridas para el bien, para resolver los
problemas que surjan en el futuro, para que no sean egoístas ni empleen sus
aptitudes y aprendizajes adquiridos para satisfacer sus deseos egoístas y así
gobernar con maldad, sino como ya lo mencioné, que todo lo hagan para el bien
de la humanidad.
Estas ciencias constituyen solamente los conocimientos básicos
que debe poseer un maestro, está claro que hay mucho más por estudiar: Gerencia
Educativa, Diseño y Evaluación de Proyectos, Legislación Educativa, Técnicas y Recursos
Didácticos, Técnicas de Trabajo Grupal, Metodología de Estudio, Estadística
aplicada a la Educación, Investigación Educativa, etc.
Y sobre todo, ser
maestro se trata de ser un buen ejemplo no sólo como profesional sino como ser humano, no es sólo una cuestión de aptitudes (habilidades cognitivas y motrices),
sino sobre todo, de actitudes, tales como la paciencia, la perseverancia, la
valentía, el respeto, la solidaridad, la generosidad, el sacrificio, la
entrega, que son las dimensiones fundamentales de un profesor, que no todas las
personas las han llegado a desarrollar ni evidenciar en su diario vivir y que
componen los valores que le dan el verdadero sentido a esta actividad humana
tan esencial llamada:
Educación
“El maestro deja una huella para la eternidad; nunca puede decir cuándo se detiene su influencia”. Henry Adams
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Bibliografía:
- Coon, D., y Mitterer, J. (2010). Introducción a la Psicología: El acceso a la conducta y a la mente. Santa fe, Colombia: Cengage Learning.
- Flórez, R. (2005). Pedagogía del conocimiento. Bogotá, Colombia: McGRAW-HILL Interamericana.
- Gómez, M. (2013). Filosofía de la Educación. Loja, Ecuador: Ediloja.
- Mallart, J. (2008). Didáctica de la motivación. En J. M. Cejudo. (Ed.), Didáctica general (pp.177 -191). México D. F, México: McGRAW-HILL Interamericana.
- Oller, M. (2011). Métodos y estrategias para la enseñanza y el aprendizaje de las Ciencias Sociales, Didática del Conocimiento del Medio Social y Cultural en la Educación Primaria (pp. 163-182). Madrid, España: Síntesis.
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