Diferencia entre conocimiento, habilidad y actitud
Actualmente el sistema educativo de Latinoamérica en general
está basado en competencias, es decir, sustituimos la mera transmisión de
conocimientos para pasar a la formación de capacidades, de tal modo que los
estudiantes no sólo conozcan cómo hacer algo, sino que lo sepan hacer en
verdad.
Se ha conceptualizado a la competencia como el conjunto de
conocimientos, habilidades y actitudes útiles para alcanzar un determinado fin,
pero precisamente en qué se diferencian el conocimiento de la habilidad y la
actitud, y en qué ámbitos del área educativa podemos discernir la presencia de
estos elementos, veamos.
Alguna vez en nuestra experiencia como profesores nos ha
tocado enseñar reglas ortográficas y es común que los niños precisamente
después de haber recibido la enseñanza de estas normas caigan en algún error ortográfico,
justo en aquel en el que les pedimos que
tengan mucho cuidado. Por ejemplo, le enseñamos al discente que todos los
nombres propios llevan mayúscula, luego realizamos un dictado y resulta que el
estudiante escribió: Pedro, Chimborazo, Ecuador y Tommy con las iniciales en
minúscula, a pesar de que el discente supo enunciar la regla ortográfica de
memoria. Precisamente esa es la diferencia entre conocimiento y habilidad, el
conocimiento sería saber de memoria que todos los nombres propios llevan su
letra inicial en mayúscula; en cambio, la habilidad sería poder escribir en
cada ocasión los nombres propios con la letra inicial en mayúscula, es decir,
la habilidad sería saber escribir bien, saber hacer.
Así, los profesores no debemos culparnos por la falta de
aprendizaje de los educandos, creyendo que estamos fallando en la metodología
que hemos adoptado para la enseñanza de las reglas; lo que en realidad sucede
es que nos falta crear situaciones para que los niños puedan desarrollar sus
habilidades.
Desde esta perspectiva, los profesores debemos ser pacientes
con los educandos, puesto que del conocimiento a la habilidad hay que dar un
gran paso. De seguro también nos ha sucedido que hemos recibido clases de
conducción vehicular, y nos hemos grabado de
memoria los símbolos, la manera de hacer los cambios, activar direccionales, el manejo del
embrague, freno y acelerador simultáneamente, etc., pero justo en el momento de
conducir se nos olvida por cualquier motivo. Sin embargo, luego de haber
practicado por algún tiempo y equivocado en algunas ocasiones, vamos mejorando
en el dominio de los mandos y la conducción del vehículo en general, por ello
es muy importante tener en cuenta esta palabra clave: práctica.
La práctica involucra acción, y al decir acción, hago
referencia a la acción motriz y no únicamente mental. De esta manera, si
queremos que nuestros alumnos aprendan a escribir, tienen que escribir; y es
normal que se equivoquen (como nosotros solíamos equivocarnos en nuestras
primeras clases de conducción), pero con la práctica continua desarrollarán esa
habilidad de saber escribir correctamente.
La habilidad involucra tener en la mente dos aspectos
fundamentales: el conocimiento teórico y la ejecución práctica. Dado un caso
puede ser el de conducir un auto (nuevamente), el conocimiento teórico está en
la mente (señales de tránsito, manejo de los pedales, observación de los
retrovisores) pero la persona también tiene que centrar sus esfuerzos en poner
en práctica tales conocimientos, aquí es donde interviene la ejecución práctica que a más del conocimiento teórico implica tener un buen sentido del tacto, una direccionalidad adecuada, una alta capacidad de asociación de los hechos relacionados, etc., es por esto que la
habilidad resulta más compleja de manifestar que el conocimiento.
Debemos entender que con la continua práctica nuestras
acciones se convierten en un automatismo neuro-cerebral y por ende hacemos las
cosas de manera automática sin pensar mucho en las reglas, es lo que sucede con
los niños que escriben mal o suman mal, quizás durante toda su vida escribieron
una palabra de la misma manera errónea y ese automatismo ya se estableció
de manera sólida, cómo esperamos que la enseñanza de una regla ortográfica en
un sólo día ya cambie ese mecanismo de manera instantánea.
Respecto a la actitud, podemos decir que es la forma en la
que abordamos una determinada habilidad, se relaciona íntimamente con los
valores morales tales como: la paciencia, la perseverancia, la responsabilidad,
entre otros. De este modo, cuando realizamos una investigación lo hacemos con
una actitud de receptividad pasiva, o con juicio crítico; ante un problema nuevo,
intentamos buscar una solución ya existente, o lo resolvemos de manera creativa; ante la adversidad, procedemos con enojo y frustración,
o con paciencia.
A criterio personal, considero que la actitud es la parte
más importante, puesto que el objetivo de la educación es la formación integral
del ser humano. No queremos crear personas hábiles e inteligentes, pero
malvadas y egoístas; queremos formar personas que sean capaces, pero
responsables y solidarias; que sean felices, pero que también puedan hacer
felices a los demás.
Para simplificar toda explicación se hará uso de la
siguiente tabla, ¡Preste mucha atención!
Aspectos
|
Conocimiento
|
Habilidad
|
Actitud
|
Dimensiones
|
Saber
|
Saber hacer
|
Ser
|
Componentes
|
Teoría
|
Teoría + Práctica
|
Comportamiento
oportuno
|
Ejemplos
|
Receta de cocina
|
Cocinar delicioso
|
Cautela con el tiempo
|
Normas
ortográficas
|
Aplicación
de las normas
|
Respeto por
la presentación
|
|
Señales de tránsito
|
Descodificación de las señales
|
Responsabilidad vial
|
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Referencias bibliográficas
- Castillo, S. y Cabrerizo, J. (2009). Evaluación educativa de aprendizajes y competencias. Madrid, España: Pearson.
- Delors, J. (1996). La educación encierra un tesoro. UNESCO. http:// www.unesco,org/education/pdf/ DELORS_S.PDF
- Flórez, R. (2005). Pedagogía del conocimiento. Bogotá, Colombia: McGRAW-HILL Interamericana.
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