Comentarios acerca de la película: La Educación Prohibida


“La educación prohibida” es un filme documental en el que diversos profesionales expertos en pedagogía u otras ciencias relacionadas con la educación nos comparten sus perspectivas acerca de las deficiencias, emergencias y necesidades de la educación actual. El contenido del documental es sumamente interesante ya que a más de las ideas expresadas por los expertos, nos muestra una historia e ilustraciones gráficas, que nos permiten entender con facilidad los mensajes que se desean transmitir; también cuenta con un compendio de reflexiones acerca de la educación, proveniente de personajes ilustres en el campo, tales como María Montessori, Paulo Freire, Albert Einstein, entre otros, quienes a través de frases nos dejan mucho para pensar.

El impacto que provoca esta película es tal, que la mayor parte de sus espectadores nos vemos  motivados a contribuir o realizar directamente algún cambio en el sistema o en nosotros mismos, que nos permita proporcionar la educación de calidad y calidez que necesitan las nuevas generaciones. Pero, las verdaderas cuestiones son ¿Realmente es posible llevar a cabo estos cambios? ¿Cuánto de razón tienen los autores?  Y ¿Cómo podemos poner en práctica las sugerencias otorgadas?

La forma de desarrollar esta entrada será: un comentario por cada necesidad encontrada, obviamente que hay aspectos relacionados y que se vuelven a mencionar en cada apartado por la naturaleza de la temática, pero también existen ciertos matices que nos conducen a desarrollar cada necesidad o deficiencia por separado.

UNA OPORTUNA REFLEXIÓN: EDUCAR PARA LA VIDA

Todo empieza con una reflexión que nos trae la popular alegoría de la caverna, que en síntesis nos manifiesta que muchas veces los estudiantes son bombardeados de información que supuestamente proviene del exterior (la vida), pero ciertamente estos datos son sólo sombras y para nada reflejan la realidad; consecuentemente, cuando los educandos que “hayan sido formados” salgan de la escuela, sufrirán al encontrarse con un mundo completamente diferente al  que fue mostrado en las clases escolares. 

Comentario: Estoy absolutamente de acuerdo con la reflexión que nos deja esta alegoría ¿Qué no se supone que la escuela prepara a los niños para la vida? ¿Para enfrentar lo real, lo cotidiano? Los maestros en cada momento debemos preocuparnos sobre cómo podemos representar los contenidos de enseñanza de la forma más práctica y relacionada con la realidad posible. Pero sobre todo el principal responsable es el sistema educativo y sus características, muchas veces los diferentes sistemas obligan a los maestros a enseñar temas que para nada tienen que ver con la realidad, dando por resultado: estudiantes sin motivación ni ganas de aprender.

EL SISTEMA DE EDUCACIÓN ¿REALMENTE ES EDUCATIVO?

Diversos autores señalan las deficiencias del sistema educativo: no logra que los niños aprendan las competencias planteadas, se aburren, utilizan únicamente el método tradicional de enseñanza basado en el dictado y la enseñanza verbal, obediencia acrítica a la autoridad, el énfasis rígido en las ciencias formales y naturales o sociales, la poca implicación práctica de los contenidos en la vida cotidiana, la calificación a la persona por sus pocos resultados alcanzados académicamente, la competencia entre compañeros, la nula creación de un ambiente para la formación de valores, ni siquiera los docentes tienen motivación por realizar la labor educativa…

Comentario: Aunque todas las deficiencias sean evidentes, es necesario aclarar por qué razón ocurren, y qué se puede hacer para solucionarlas. Cada necesidad es diferente y por lo tanto deberemos revisarlas por separado para resolverlas pertinentemente. Así, es verdad que los niños aprenden, pero ¿Por qué no aprenden? El profesor no enseña bien, o el niño simplemente no presta atención en clases.  ¿Por qué las clases son aburridas? ¿Porque el niño sólo quiere molestar al profesor y a sus compañeros? ¿O porque el profesor no suele  emplear métodos didácticos eficaces, ni material concreto o audiovisual que motive al estudiante? Si es por lo primero ¿Por qué el niño no ha adquirido el valor del respeto? ¿Sus padres favorecen la vivencia de este valor o la dificultan? Y si es por lo segundo ¿Es posible aplicar el contenido de la materia a situaciones prácticas y lúdicas que motiven el aprendizaje? ¿O son contenidos monótonos, inútiles al servicio de la comunidad? Y  en cuanto al material didáctico ¿Realmente el gobierno provee de materiales concretos u otros recursos educativos a las escuelas? ¿Hay un proyector de vídeo y altavoces en cada aula, servicio de internet, computadores para cada niño? Como se puede ver cada cuestión es diferente, no se puede culpar duramente al profesor, ni al sistema educativo de manera superficial, el verdadero problema varía según sea la particularidad de cada situación. Todos somos responsables de la educación del niño: el sistema, los padres, la institución educativa y el mismo niño. Entonces, todos deberemos estar atentos a nuestras acciones, para darnos cuenta de las causas reales de la falta de aprendizajes y  de las deficiencias en el desarrollo de cada sujeto.

EDUCAMOS A LOS NIÑOS SIGUIENDO UN SISTEMA, O RECONOCIENDO EL CARÁCTER HUMANO DE CADA EDUCANDO

El profesor Rafael González Heck realiza una analogía entre la escuela de ahora y de la antigüedad. En la antigüedad se constituía en un espacio libre para la reflexión y meditación individual  y libre, sin excluir a nadie por su nivel de capacidad intelectual; sin embargo, la escuela actual está basada en una ideología que intenta moldear el pensamiento y conducta de las personas para alcanzar ciertos objetivos establecidos a nivel social, sin tomar en cuenta las necesidades e intereses personales de cada individuo. Al igual que unos productos de fábrica, a todos se les brinda la misma atención, los mismos procesos, las mismas materias al mismo tiempo. Fernando Jorquera dice: “Hay que repetírselo a demasiados niños, con un profesor de demasiadas horas de clase, y con pocas horas de atención al alumno de forma privada”.  Elinor Barentin comenta: “Es lógico que si tengo treinta niños, no puedo pretender que todos los treinta niños quieran hacer  lo mismo, al mismo tiempo”.  

Cada persona es un ser humano diferente que tiene metas y sueños personales por cumplir, pero lamentablemente las instituciones escolares no crean un ambiente ni  brindan los espacios para que los niños puedan cumplirlos. Los test estandarizados, la división por edades, las clases obligatorias, las currículas desvinculadas de la realidad,  los horarios estrictos, la estructura verticalista, el encierro, la separación de la realidad, la presión sobre alumnos y maestros, el sistema de recompensas y castigos, son prácticas que iniciaron en la educación alemana  hace siglos atrás y aún con todos los avances pedagógico-didácticos alcanzados, siguen presentes en la actualidad. Escuela no es sinónimo de educación, la escuela es una institución donde se pretende que los niños aprendan y adquieran ciertas destrezas de acuerdo a unos objetivos planteados, pero la educación es el mismo terreno donde el aprendizaje sucede.

Comentario: Es cierto que cada persona tiene gustos diferentes, aspiraciones distintas e ideales divergentes, pero como lo mencionaba una educadora, cómo es posible satisfacer todas esas necesidades en una sola aula, al mismo tiempo, en un lugar donde ciertas personas necesitarán de silencio y tranquilidad, mientras que otras necesitarán de mucho espacio y movimiento. Formulemos este planteamiento a manera de ejemplo.  Digamos que un estudiante ama la música y el canto, entonces decide cantar en el aula un tema que sea de su gusto, pero está aprendiendo y hay notas que están fuera de tono y a más de eso canta demasiado fuerte;  pero hay otros niños que quieren disfrutar de la lectura de un buen libro… Evidentemente la bulla (natural en un principiante) ocasionada por  este pequeño cantante, impedirá que los demás puedan concentrarse debidamente en la actividad realizada. Con esto no quiero decir que el sistema como está, es correcto. Es cierto que la escuela debería crear espacios para que el niño desarrolle sus talentos, pero también es importante enseñarles el valor del respeto al maestro o conferencista (y obviamente a los demás compañeros), es decir, que  aprenda a estar quieto  y prestar atención a las personas que están hablando al frente (o al menos que no distraiga ni interrumpa a los demás); aunque el tema tratado no le interese,  seamos realistas… No toda la vida vamos a estar haciendo cosas que nos gustan, a veces nos cansamos y siempre habrá momentos de tensión y aburrimiento, incluso haciendo la actividad que disfrutamos. Por esto, desde la escuela, es necesario formar esta habilidad de autocontrol, vigente y potencial en todos los individuos, así como el valor del respeto, tan necesario desde el principio de la humanidad.

SE CONOCE MUCHO  O POCO DE LA MATERIA, PERO NO SE CONOCE CASI NADA DEL ALUMNO.

Cada persona es diferente, no hay método universal de enseñanza, ni una clave que pueda funcionar con todos. Es el niño el que tiene que motivar nuestra forma de educar. Lamentablemente sólo se conoce la teoría, pero no se conoce al niño.
Estudios indican que actualmente a la edad de cinco años, el 98% de los niños podrían ser considerados genios, son curiosos, creativos y su pensamiento divergente les permite resolver problemas con eficacia;  sin embargo, quince años más tarde, sólo 10% de los niños mantienen esas capacidades.  El educador Carlos González Pérez, nos dice: "Todos somos genios, realmente el maestro lo que tiene que aprender es a que sus alumnos puedan abrir en su mente para que descienda todo ese conocimiento, creatividad y genialidad que todos llevamos dentro". Algo que debemos conocer del estudiante, es que cada niño tiene un maestro interior que le enseña, que le permite aprender, ser creativo y resolver problemas. Entonces, no tenemos que plantearnos, cómo les enseñamos a ser creativos, ellos ya son creativos; sólo hay que darles oportunidades para que esa creatividad florezca y se desarrolle.

Comentario: Creo fervientemente que lo que tiene que hacer el profesor es brindar confianza a sus alumnos, estimular la curiosidad y el interés por aprender en general, estas son las herramientas que permiten aprender a lo largo de la vida a todo ser humano,  más allá de su coeficiente intelectual. Todos somos capaces y todos tenemos derecho a  adquirir conocimientos y desarrollar nuestras habilidades, pero sin confianza ni  un espacio que  le permita al niño reflexionar y actuar libremente, esto es prácticamente imposible.

APRENDIZAJE SIN RAZONAMIENTO Y SIN UTILIDAD PRÁCTICA PARA LA VIDA.

Fernando Jorquera nos dice: “La educación se hace así, colocar más información porque creemos que es la información es necesaria, la pregunta que yo hago es: cuánto nos acordamos nosotros de la enseñanza básica ahora, o de la enseñanza media”. Por tanto, la enseñanza es poco motivadora, ya que la manera de promover el aprendizaje generalmente se basa en la repetición mecánica de ideas, conceptos: “ácido desoxirribonucleico”, “ácido desoxirribonucleico”, “ácido desoxirribonucleico”, “ácido desoxirribonucleico”. Hace falta la estimulación de habilidades mentales como la comprensión, que es  una herramienta en continuo crecimiento, con características únicas que varían en cada persona, implica crear y establecer relaciones entre  diferentes criterios, así resolver problemas y construir nuevos conocimientos. Esta habilidad surge y crece, cada vez que el niño se siente motivado, explora, descubre, se mueve, manipula objetos  y es incentivado por una curiosidad interior que le permite entender las cosas a través de juegos  y un razonamiento activo. Bien lo dijo Aristóteles: “Lo que tenemos que aprender, lo aprenderemos haciendo”. Primero es la acción, luego lo cognitivo., esto quiere decir que el aprendizaje se logra a través de la actividad o del juego; y aunque es verdad que a la escuela se va  a aprender y no a jugar, es cierto que jugando, jugando; se aprende mucho. Estos enfoques no son nuevos, el movimiento de la “Escuela Activa” surgió hace varias décadas atrás, el problema es que no se pone en práctica. Básicamente en la primaria, todo se debe realizar en torno a material concreto, que es el auto-corrector y no clásicamente el maestro, como se lo viene haciendo.; es normal que haya equivocaciones, estos errores son los que le enseñan al niño; de hecho, la ciencia tiene más equivocaciones que aciertos. Es verdad que se logra un avance cada vez que hay un acierto, pero los errores son los que permiten que los científicos puedan avanzar. Que el niño diga: no importa si yo me equivoco, porque estoy aprendiendo, nadie tiene que ganar aquí, sino todos estamos para mejorar. También resulta trascendental que el aprendizaje parta de la pregunta que se haga el mismo niño, no de respuestas ya fabricadas por otros. Los seres vivos aprenden a través de interactuar con los otros y con el entorno, no a través de un currículo previo que alguien establece. Los objetivos educacionales son externos al individuo: se espera que sea un buen ciudadano, se espera que pueda participar de esta ciudad competitiva, sin generar un interés real en los ideales de cada individuo. No se debe estar tan preocupado por el resultado: que el niño aprenda un concepto en un tiempo determinado; sino que el niño pueda fluir y disfrutar del proceso;  esto no sólo hará que el niño tenga buenos recuerdos de la escuela, sino que  además, tenga rendimientos mejores con resultados a largo plazo mejores.

Comentario: Lamentablemente, pocas destrezas y conocimientos que nos enseñan en la escuela, nos sirven para defendernos y salir adelante en la vida, esto sucede por la forma en la que planteamos el proceso de aprendizaje. El aprendizaje real no consiste en asimilar las ideas recibidas por otros acríticamente, sino en construir y volver a construir los conceptos de manera propia y autónoma. Por lo que, en lugar de exigir a los estudiantes que repitan o reproduzcan lo que está en el libro; lo correcto sería  darles oportunidades para propiciar el razonamiento y la formación de las capacidades cognitivas fundamentales, como la comprensión,  la creatividad y el  pensamiento crítico. Esto se logra a través del respeto por la curiosidad natural en el ser humano, el planteamiento de problemas significativos para los estudiantes, el empleo de métodos activos, y el desarrollo de intereses intrínsecos por aprender. Pero también en esto influye decisivamente el sistema educativo, pues éste es el que decreta los contenidos que han de ser enseñados a la comunidad estudiantil.

VALORAR A CADA PERSONA POR EL SIMPLE HECHO DE QUE ES UN SER HUMANO

Hay que aceptar y respetar a la persona como lo que es: un ser humano. Cada persona tiene el potencial para aprender y desarrollarse, al igual que una planta; por lo que no se requiere la intervención del ser humano, simplemente podemos complementar, ayudar, brindar algunas herramientas y condiciones  para favorecer su crecimiento, pero es el mismo individuo quien por su propia acción adquiere habilidades y se desarrolla. En lugar de dar amor, se siembra el miedo como mecanismo de control y de manipulación ética, basado en el modelo conductista, si tú te portas bien, yo te califico bien. Hay que cuidar que los niños sientan ganas de vivir, no hacerles creer que un título o unas buenas calificaciones son los que definen si valen o no valen, hay que propiciar la creencia de que son valiosos aunque no posean un buen rendimiento académico o título alcanzado. Cualquier educación es buena si cuida de la alegría y las ganas de vivir del niño.

Comentario: Si bien es importante que cada sujeto, se prepare, estudie y esfuerce por ser alguien mejor; no podemos denigrar su valor, sólo porque no obtiene buenas calificaciones, o porque tiene metas distintas a las establecidas por el sistema social o cultural. Toda persona es importante y capaz de autorrealizarse; sólo debemos respetar su vida, su entorno, brindar cierto apoyo, y esa persona lo logrará.

TODOS LOS ESTUDIANTES SON DIFERENTES, ENTONCES TODOS REQUIEREN UN TRATAMENTO DIFERENTE.

Ya lo hemos dicho, cada persona es diferente, con distinto tipo de inteligencia, ritmo de aprendizaje e intereses diversos,  pero muchas veces se confunde la diversidad con enfermedades; un niño se mueve bastante y sin investigar bien se lo etiqueta de hiperactivo. Se tiende a separar los ámbitos de conocimiento por materias, en lugar de integrar todos los conocimientos y artes en lo posible, realmente se puede aprender de todo en una sola materia, matemáticas puede ser historia y ciencias naturales a la vez; solamente así se daría una atención eficaz a la diversidad de intereses y preferencias. Si queremos que los niños aprendan, tenemos que permitirles crear y proponer actividades en las que puedan actuar de manera espontánea. Para lograr una formación integral es necesario tomar en cuenta el arte y la educación emocional, esto no quiere decir que hay que impartir una asignatura específica de educación emocional, sino que debemos entender que el individuo es un ser emocional. El estudiante debe conocerse a sí mismo, sus virtudes, para que partiendo de su particularidad, pueda auto-desarrollarse.

Comentario: Una multiplicidad de teorías y autores nos demuestran la existencia de los distintos tipos de inteligencia y estilos de aprendizaje que existen, además de esto, hay una realidad indiscutible: todos somos diferentes. A algunos les gusta el canto, a otros el dibujo, a otros el deporte, a otros la lectura, y esto es absolutamente normal, en el futuro necesitaremos de profesionales y artistas en todos los campos que puedan rescatar el mundo y satisfacer nuestras necesidades. Por ello en las clases de Lengua y Ciencias Naturales  se podría aprender cantando, en ciencias sociales podríamos aprender dibujando, contando historias, utilizando imágenes, etc. Todo dependerá del grupo de estudiantes que estén a nuestro cargo, lamentablemente la exigencia de ciertos requisitos legales como informes, programas de orden sociocultural, cursos de formación continua, la masiva cantidad de cuadernos y trabajos por calificar, nos restan  una cantidad considerable de tiempo para planificar nuestras clases como es debido.

EDUCACIÓN CARCELERA, SIN LIBERTAD PARA LOS ESTUDIANTES

Lo ideal es que los niños puedan moverse mientras aprenden, que puedan tocar, que puedan elegir las materias que no quieren hacer, y las que sí quieren hacer, donde puedan proponer actividades auto-gestionadas por ellos. Sería genial que se instalen sectores de enseñanza, y se pueda decir: los que quieran estudiar ciencias naturales pueden venir aquí, los que quieran aprender arte, pueden venir aquí sin importar las edades. Hay que darles la libertad de aprender lo que quieren aprender, de aprender a su tiempo y de no querer aprender lo que no quieren aprender. Para fomentar la vivencia de la libertad, no se debe arraigar a la idea de que el profesor es el que tiene la autoridad y no el alumno, se trata de sembrar en el  alumno la idea de que él tiene que ser la autoridad de su propia vida.  Las calificaciones no propician la libertad, si únicamente el profesor es el que las efectúa; el niño debería auto-evaluarse. No hay calificaciones que nos sirvan para ver quién es el mejor o peor, simplemente un seguimiento en el desarrollo del niño. Lo que se debe observar es su cuestión emocional, su madurez, su socialización y su nivel de independencia. La libertad también implica la facultad de poder interrelacionarse con los demás, con personas de distintas edades y capacidades. Existe la tendencia a separar a los niños por edades, cuando por naturaleza el niño aprende en relación intergeneracional. El objetivo de la educación es desarrollar capacidades humanas que se desarrollan únicamente desde la relación con el otro.

Comentario: Lamentablemente, aunque un colectivo de maestros se lo propongan,  es muy difícil optar por un esquema que le permita  a cada niño elegir el tema que quieran aprender, en primer lugar por la poca capacitación del personal docente en áreas como la música y las artes plásticas; en segundo lugar, por la infraestructura, en las escuelas lamentablemente no se cuenta con mucho material concreto que pueda ser manipulado por los niños, ni tampoco todas las escuelas disponen de artículos como objetos musicales, un ordenador para cada niño con un servicio eficiente de internet, material lúdico, entre otros,  sin contar con la rigidez de los horarios y del sistema educativo, que impone impartir ciertos conocimientos para ciertos subniveles educativos específicos; por lo que dificulta en gran manera y sobre todo a las escuelas pública, que niños de diversas edades puedan aprender en una sola aula, lo que a ellos les gusta. A más de esto, tampoco podemos desterrar todos los contenidos que nos plantea el currículum, sólo porque a los niños hay que darles "la  libertad" que ellos necesitan,  hay habilidades que son realmente importantes en la vida de toda  persona, sin importar su profesión u ocupación, tales como: leer, escribir y expresarse correctamente, sumar, restar, multiplicar y dividir, que son operaciones fundamentales que necesitaremos en la cotidianidad. No podemos decir: “al niño no le gusta leer, mejor que vaya a jugar en la cancha, que es lo que le gusta”, cuando la lectura es una habilidad básica que todo ser humano necesitará a lo largo de su vida. Lo que podemos hacer como maestros es emplear un diseño instruccional universal de nuestras clases, que haya dibujos, música, lectura e investigación en cada tema de enseñanza y que los niños elijan la forma en la que quieran aprender el contenido educativo.

LA DISCIPLINA SE ABORDA DESDE FUERA DEL INDIVIDUO, CUANDO EL NIÑO MISMO ES EL QUE TIENE QUE GESTIONAR LA DISCIPLINA.

Siempre ha existido el  temor de que por la falta de disciplina, se vaya a generar el caos y el desorden. El problema es que se ha abordado la disciplina como: los niños tienen que comportarse como yo quiero que se comporten. Y en realidad la disciplina es el aprendizaje de la conducta, significa que alguien aprende a manejar su conducta, no externamente, sino de forma autónoma. Básicamente existen tres tipos de disciplinas: la autoritaria, impuesta por alguien externo al individuo;  la funcional, que comprende reglas modificadas y establecidas en grupo; y una autodisciplina, en la que cada persona construye de forma consciente su propia conducta. Es importante que el niño se dé cuenta de las cosas por sí solo, que se haga cargo de las consecuencias que él mismo produce. Que se establezcan las reglas en conjunto.  Cuando hay un problema debe intervenir la asamblea, y  ya no se discute  si se rompe el reglamento o no, se discute la acción se discute la sustentabilidad. Hay que eliminar la idea de  que se estudie para ser alguien en la vida; sino que se estudie para ascender. Se ha cuestionado la escuela como la única opción educativa y por esto se han creado tendencias de educación sin escuela, que les permite a los niños ir más allá de un espacio cerrado con murallas, les permite caminar por la ciudad, visitar lugares, aprender para la vida, en medio de la vida. Las escuelas no deberían ser obligatorias, está bien si la mitad de la población decide apostar por esta opción, pero también se deberían admitir sistemas pedagógicos distintos, más eficientes y otorgadores de una atención personalizada.

Comentario: Las escuelas  actuales no son indispensables, por lo que no deberían ser obligatorias, sí deberían existir, pero con un enfoque diferente, que pueda atender a la diversidad de necesidades e intereses. Los niños no deberían estar cegados con respecto a los comportamientos que se les exige, ellos deben conocer la verdad, deben saber por qué se debe respetar, por qué se debe cooperar, y ser responsable; esto se logra a través del diálogo, del interés en las conductas y formas de pensar del niño, así como en el buen ejemplo. Una sugerencia práctica que yo daría es que al empezar el año escolar se establezca con los mismos estudiantes las reglas de convivencia y las respectivas consecuencias, y  cada vez que haya una ruptura de ellas, sean los mismos niños quienes solucionen el inconveniente sucedido.

SÓLO SE HABLA, PERO NO SE ESCUCHA A LOS NIÑOS, NI SE LOS ESCUCHA CONVERSAR

La clave no está en los materiales, los recursos, las metodologías, los contenidos o los currículums, sino en la forma, en la relación, en las personas y en su forma de ver la educación, su manera de entender la vida. Es necesario cambiar nuestra perspectiva, el modo en el que vemos las cosas. Para ser maestro se tiene que estar en un continuo proceso de autodesarrollo. Cuando como profesor, estuviste conectado con los chicos, salís de las clases como rejuvenecido, lejos de irte de las clases cansado, te vas con un montón de energía.  Si se quiere ser maestro se tiene que elegirlo, con las ganas de jugar, de abrazar, de divertirse sanamente con sus alumnos. Lo óptimo no sería la gestión por parte de un director, sino que los profesores en sí, dirijan los procesos, que diariamente se reúnan y conversen sobre las situaciones vividas en cada día. Lo importante no es inventar varias pedagogías, sino adecuar la pedagogía al momento cultural, al grupo de niños y docentes. La educación es cuestión de personas, más allá que de pedagogías, lo hace la persona.

Comentario: Es importante que escuchemos a nuestros alumnos o hijos, que nos relacionemos con ellos, que tratemos de sentir lo que ellos sienten, de ponernos en su lugar, y de brindarles el afecto que necesitan en todo tiempo. Que tengamos buenos recuerdos de nuestros niños y que ellos también tengan buenos recuerdos de nosotros, que sea la calidad de la relación existente entre maestro y alumno, la que inspire al educando a seguir adelante.

QUEREMOS QUE LAS PERSONAS ALCANCEN SUS IDEALES, O NUESTROS IDEALES

Una escuela que esté poco vinculada con la familia, es una escuela que tiende a cerrarse en sí misma. La familia no es culpable de los malos resultados escolares, sino que es la responsable de toda la vida que se está criando. La familia tiene que acompañar al niño, brindarle el afecto y atención que ellos se merecen, que les contagien de alegría y eduquen con el ejemplo. Esto favorecerá su sano desarrollo personal que repercute en el rendimiento académico. Los padres no pueden pretender que sea un psicólogo, pedagogo o terapeuta el que eduque a sus hijos, y una educación eficaz es aquella que se basa en una relación de continuo afecto y atención al individuo, una relación en la que se sienta protegido y amado,  incluso cuando ellos no cumplen con las expectativas sociales ¿Para qué los estamos educando? ¿Los estamos educando para que se sepan adaptar a la sociedad? ¿O los estamos educando para que detecten críticamente lo que les gusta y no les gusta, y en su día a día trabajen para la mejora de la sociedad?

Comentario: ¿Qué aspiramos de nuestros alumnos?¿Que hagan lo que a nosotros nos haría felices?¿O que hagan lo que a ellos les haría felices? ¿Qué cumplan sus sueños?¿o los nuestros? Ya basta de forzar a las nuevas generaciones a luchar por llegar a ser el prototipo de persona realizada que existe en nuestra sociedad, es momento de empezar a darles la oportunidad de aprender a quererse y aceptarse, para que lleno de confianza, pueda encaminarse hacia sus aspiraciones y metas, a hacer aquello que realmente le haría feliz y le permitiría hacer felices a los demás, sin importar si cumple con ciertos requisitos sociales, como un título profesional de alto prestigio o un trabajo bien remunerado, pero que no sea del agrado de la persona.

Finalmente presento algunas ideas  de los participantes de este vídeo-documental que me causaron gran impacto y reconstituyeron mi forma de pensar…

Hay una cosa que realmente es importante, es el amor que nosotros le podemos dar a los niños, si queremos una sociedad diferente, lo único que realmente tenemos que hacer es llamar a los niños a que ellos aprendan a amar a los otros… El conocimiento va a venir solo, pero un niño que no fue amado, difícilmente va a aprender a amar.

Pablo Lipnizky


La educación la prohibimos todos, cada vez que elegimos la meta en lugar del proyecto, cada vez que dejamos todo igual, en lugar de probar algo nuevo.


Captura de imagen de la película: La Educación Prohibida
Bibliografía:
  • Blanco, I. (2016). El universo de la inteligencia. México D.F., México: Limusa.
  • Coon, D., y Mitterer, J. (2010). Introducción a la Psicología: El acceso a la conducta y a la mente. Santa fe, Colombia: Cengage Learning.
  • Doin, G., y Guzzo, V. (2012). [La Educación Prohibida]. (13 de agosto de 2012). La Educación Prohibida - Película Completa HD. Recuperado de:  https://www.youtube.com/watch?v=-1Y9OqSJKCc

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