¿Cómo ser un mejor profesional? - Consejos básicos para desarrollar nuestra formación profesional
El propósito de ser un buen profesional es poder servir a la sociedad, pero para realmente ser entes útiles a los seres que nos rodean ejerciendo nuestra profesión, es imprescindible que nos convirtamos en unos verdaderos expertos y que no simplemente poseamos un título que "certifique" nuestra capacidad; lo esencial es que desarrollemos nuestra carrera con todas la habilidades y conocimientos necesarios. Por tanto, debemos tener en cuenta algunos consejos básicos que pueden ser de gran pertinencia para este fin.
Tener un pensamiento crítico
El pensamiento crítico
consiste en la capacidad de reflexionar, evaluar, comparar, analizar,
criticar y resumir información (Coon y Mitterer, 2010). Desarrollarlo es
necesario para que no nos dejemos engañar por cualquier información que
publiquen con respecto a los temas que nos concierne investigar a lo largo de nuestra
formación continua. Y aunque no es posible profundizar en cada tema, sí es
necesario tomar en cuenta premisas básicas, como observar la fiabilidad de las
fuentes bibliográficas, contrastar la información en diversas publicaciones,
juzgar la lógica de los enunciados, supuestos o teorías, y analizar la forma en
la que se puede aplicar el contenido propuesto.
Revisar los libros periódica y sistemáticamente
Para llegar a ser un buen profesional, es necesario que
sepamos dominar diversas habilidades, pero para ello es preciso tener
conocimientos acerca de cada disciplina científica relacionada con la
profesión. Y casi nada nos proporciona una mejor información que la contenida
en nuestros libros universitarios; que aunque no son perfectos, son materiales que han
requerido de una rigurosa elaboración y revisión de parte de profesionales
expertos en el campo; lo cual otorga la fiabilidad, objetividad y validez que
demanda toda publicación científica. Si no revisamos nuestros libros, en
vacaciones, en nuestro tiempo libre, lo más seguro es que olvidemos todo lo que "aprendimos" de cada uno; y obviamente, no queremos que esto pase. Lo adecuado sería que organicemos los períodos en los que revisitaremos mapas conceptuales aprendidos y así por ejemplo decir: "Leeré el capítulo 5 de mi libro de Piscología General este Lunes y Viernes a las 9 de la noche, y lo haré cada semana durante todo el mes". Esto es revisar sistemáticamente los libros, establecer días, horas y períodos de estudio, y es realmente necesario para que los aprendizajes se transfieran a la memoria de largo plazo y así se consoliden nuestros conocimientos y habilidades, a fin de que los
podamos ejercer eficientemente en nuestra práctica profesional.
Desarrollar habilidades y no únicamente obtener conocimientos
Cuando revisamos nuestros libros y trabajos anteriores, es
importante que lo hagamos procurando transferir habilidades y no únicamente
renovar nuestros conocimientos. Tener conocimiento sobre algo es comprender
teóricamente como funciona un fenómeno, cómo se hace, qué se necesita y qué reglas
están implicadas en él; pero esto no es suficiente para el profesional. Un
verdadero experto adquiere habilidades, es decir, esta persona sabe hacer las
cosas y no únicamente las conoce. No es lo mismo conocer las normas gramaticales del inglés, que saber hablar inglés; no es lo mismo conocer los
pasos para conducir un auto, que manejar el auto en sí; no es lo mismo conocer
los acordes que tiene una canción, que entonar la canción, a través de un
instrumento musical; no es lo mismo conocer los principios pedagógicos, que
enseñar u orientar pedagógicamente…
El profesional debe procurar en mayor medida, adquirir
habilidades y no únicamente conocimientos; debe saber hacer las cosas y no únicamente
conocerlas teóricamente; esto le convertirá en alguien realmente útil ante la sociedad.
Actualizarse continuamente
Así como el mundo natural cambia, la información cambia, se
renueva, avanza científicamente y se descubren cosas útiles que antes no se
sabían y que pueden facilitar la tarea laboral. Por esto, un profesional debe
continuamente actualizarse, leer libros o artículos contemporáneos que den
luces sobre los distintos problemas que son objeto de estudio en cada área de
conocimiento. Esto no es muy difícil de conseguir, no es necesario comprar
revistas científicas periódicamente, aunque esto fuese aconsejable, pero podemos
integrarnos a grupos en redes sociales como Facebook, y formar parte de una
comunidad científica de profesionales que comparta diariamente contenido afín
con la profesión que se ejerce. También se puede seguir redes sociales
administradas por expertos. Por ejemplo, “soy Licenciado en Educación Básica y
sigo en Facebook al psicopedagogo Isauro Blanco, quien por varias décadas se ha
dedicado al estudio de la Educación, esta persona frecuentemente publica
artículos científicos orientados a la innovación educativa; leerlos permite
actualizarme y adquirir más herramientas para desenvolverme con mayor soltura
en mi labor profesional”. Esto significa que incluso después de graduarnos deberemos
seguir estudiando, lo cual es bueno, pues ayuda a desarrollarnos como
profesionales y resolver problemas con mayor facilidad, adquirir una re-categorización
de más alto nivel y por consiguiente, obtener una mayor remuneración salarial.
Relacionar continuamente la teoría con la práctica
Lamentablemente, son abundantes los casos en los que muchos
egresados salen de la universidad y se chocan con un mundo casi completamente
diferente al que estudiaron en su formación universitaria. Esto sucede porque
una diversidad de estudiantes no sabe cómo se aplica la teoría en la práctica
profesional, o no encuentran la relación entre la teoría y la práctica. Si
bien, es un deber de los maestros universitarios, el facilitar la comprensión acerca
de cómo se aplica el conocimiento a situaciones concretas, no todos lo hacen.
Es por esto, que el mismo estudiante o profesional tiene que estar atento para
identificar eventos en los que se necesitarán de cierto conocimiento, para
poder aplicarlo, durante y después de culminar sus estudios. Así, en cada tema, concepto, idea o frase que se estudie, deberá reflexionar y preguntarse ¿Cómo me servirá este conocimiento en mi
carrera profesional? ¿En qué situaciones puedo aplicar este tema? ¿Qué
habilidades puedo desarrollar con estas ideas?, etc.
Relacionar los
conocimientos y habilidades de las diferentes asignaturas
Así como se debe establecer una relación entre la teoría y
la práctica, también se debe establecer una relación entre los conocimientos de las
diferentes asignaturas. Como ya se mencionó al principio, ser profesional
implica saber dominar diversas competencias, mismas que requieren del estudio y
ejercitación de una amplia variedad de habilidades y temas científicos. Pero
para lograrlos en su plenitud, es preciso que los relacionemos continuamente,
por ejemplo, si soy un docente: “Las estrategias para mejorar la memoria, son
útiles para recuperar mejor la información que estudien los niños, a la vez,
esto me puede guiar en la planificación de clases, para aplicar metodologías didácticas
que dinamicen el proceso de enseñanza-aprendizaje y así los estudiantes
disfruten de la actividad educativa y se motiven a seguir aprendiendo”. Como se
puede ver, en esta situación se relacionan habilidades de diferentes materias:
Psicología (estrategias para mejorar la memoria), Planificación Curricular (planificación
de clases), y Didáctica General (metodologías didácticas). Hacer esto, también nos
motiva a estudiar todas las asignaturas, revisar conceptos clave y adquirir una
formación personal integral, y así, no “ser bueno”, solamente en ciertas
materias o temas.
Pixabay Images |
Bibliografía
- Blanco, I. (2016). El universo de la inteligencia. México D.F., México: Limusa.
- Coon y Mitterer. (2010). Introducción a la Psicología “El acceso a la mente y la conducta”. México, D.F., México: Cengage Learning
- Flórez, R. (2005). Pedagogía del conocimiento. Bogotá, Colombia: McGRAW-HILL Interamericana.
- Moreno, T., et al. (2016). [Curiosamente]. (21 de febrero de 2016). ¿Es verdad lo que encontramos en la web? - CuriosaMente 19. Recuperado de: https://youtu.be/B3Z6wI2Ds7A
- Sampieri, R., Fernández, C. y Baptista, P. (2014). Metodología de la investigación. México D.F., México: McGRAW-HILL/INTERAMERICANA
Comentarios
Publicar un comentario