¿Cómo trabajar con niños hiperactivos?
-
Ya te dije que por favor no molestes a tu compañero
-
Niña, deja de dibujar, y ¡Pon atención en clases!
-
Ahora no es el momento de jugar, termina tu tarea, ¡Ya te lo he dicho tantas
veces!
Son
algunas de las expresiones que comúnmente hemos empleado con los niños inquietos
y distraídos, sin embargo, la continua repetición de estos enunciados, las
amenazas, el castigo y el enojo, no solucionan nada a largo plazo. Aunque
debamos enseñar a las personas a ser disciplinadas, una de las condiciones necesarias
para que se dé un aprendizaje efectivo es que el alumnado, se sienta relajado y
entusiasmado durante la actividad educativa.
Antes
de presentarle algunas técnicas para tratar con estos individuos, cabe
mencionar los valores que deben estar
detrás de todas la estrategias utilizadas, y éstos son: la paciencia y la perseverancia, pues la cura total de este trastorno
de atención puede requerir meses o incluso años.
El doctor Isauro Blanco en su libro: “El universo de la inteligencia”, nos propone algunas pistas de solución:
1.
No culpar a
nadie.
2.
Aplicar las consecuencias
positivas
3.
Estructura,
especificidad y sensibilidad
4.
Adecuar el
ambiente de aprendizaje
1. No culpar a nadie- El Desorden de Atención deficiente es de origen fisiológico
y no únicamente conductual, por lo cual resulta obsoleto, culparse como padres,
maestros o peor aún, culpar al niño.
2. Aplicar consecuencias positivas-
En vez de decirle al niño: “siempre
molestas, ahora tienes más tarea”, “eres un necio, cuándo entenderás”; podemos
realizar afirmaciones que muestren las consecuencias positivas como: “respeta a
tus semejantes y en el futuro tendrás muchos amigos”, “cumple con tu deber y aprenderás cosas muy valiosas para tu vida”, etc. Como vemos es preferible enseñar los
efectos positivos de las buenas conductas, que simplemente castigar las malas,
pues "los castigos no enseñan las respuestas correctas". (Skinner, 1938)
3. Estructura, especificidad y
sensibilidad- La estructura se
refiere a que las actividades que haga el niño, deben ser desarrolladas en un
orden y rutina definidos; la especificidad consiste en dar una retroalimentación positiva al niño
de forma concreta, por ejemplo, en lugar de decir: “Vas mejorando”, se puede
decir: “ahora elaboraste diagramas de barras mucho más claros y estéticos que
los que hiciste ayer”; y la sensibilidad se refiere al acto de conversar con el
niño, ponerse en su lugar, animarle, hacerle notar su progreso mediante gráficas de avance,
estimular el desarrollo de una adecuada autoestima, propiciar entusiasmo
mediante elogios, diálogos asertivos, preguntándole acerca de sus intereses,
darle un trato cordial y amable, etc.
4. Adecuar el ambiente de aprendizaje:
En el salón de clases: Compañeros cooperativos que motiven e integren a
los niños hiperactivos en sus actividades, eso sí, el niño hiperactivo también
deberá respetar la integridad de sus colegas; se recomienda hablar con nuestros
alumnos que no tienen dificultades en este sentido y pedirles que tengan
paciencia, pues estas ineficiencias son de origen biológico y no una cuestión
de voluntad, como ya se explicó; además se sugiere el relajamiento consciente (respiración nasal,
profunda, rítmica y con los ojos cerrados; por un período determinado entre cinco
y diez minutos antes de empezar las clases).
En casa:
materiales completos, eliminación de distractores (miembros familiares,
mascotas, televisión y otros dispositivos electrónicos), controlar el nivel de
actividad, mediante un reloj gráfico en el que se expliciten los períodos en
los que el niño puede moverse más en los que debe permanecer tranquilo, todo
esto a manera de juego en el que el niño sea consciente de la movilidad de su
cuerpo y vaya notando su progreso en cada actividad realizada.
A
continuación se presenta un reloj con la jornada matutina y vespertina de un
niño promedio, con una simbología que representa los momentos en los que el
niño puede moverse con más libertad y en los que se precisa de un estado
conductual calmado y atento.
Usted puede imprimir esta imagen y adherirla a la pared de su comedor, o de la habitación del niño, para que le sirva de recordatorio en todo momento que fuere posible, también puede variarlo en función de las circunstancias ambientales, académicas, culturales, cognitivas y características propias del individuo; lo importante es que el niño tenga una rutina organizada y así pueda cumplir sus tareas y responsabilidades de una manera efectiva y eficaz.
Quisiera
aquí añadir un punto más que es:
5.
Propiciar una alimentación pertinente- en los niños hiperactivos se recomienda más el
consumo de carbohidratos solos (arroz, cebada, centeno, trigo, maíz, pasta o
tallarín) y en los distraídos y
somnolientos, de proteínas (carnes de pescado, pollo, res, camarones, huevos
cocinados, lentejas). También debemos considerar la propensión de ciertos niños hiperactivos a ser alérgicos a ciertos alimentos, por ello también se sugiere indudablemente la atención de un médico.
La
medicación es una muy buena opción; pero debemos tener en cuenta que tiene algunos efectos secundarios
desfavorables para la salud de nuestros alumnos; y obviamente antes de usarlo, es prioritaria la elaboración de un diagnóstico cuidadosamente realizado por un médico
especialista en esta área.
Recuerde:
1.
No culpar a
nadie.
2.
Aplicar las consecuencias
positivas
3.
Estructura,
especificidad y sensibilidad
4.
Adecuar el
ambiente de aprendizaje
Bibliografía:
- Blanco, I. (2016). El universo de la inteligencia. México D, F., México: Limusa
- Coon, D., & Mitterer, J. (2010). Introducción a la psicología, El acceso a la conducta y a la mente". Santa Fe, Colombia: Cengage Learning
- Sánchez, S. (2008). Didáctica de la educación en valores. En J. M. Cejudo. (Ed.), Didáctica general (pp. 61-72). México D. F, México: McGRAW-HILL
- Skinner, B. F. (1938). The behavior of organisms. Englewood Cliffs, NJ: Prentice-Hall.
Comentarios
Publicar un comentario